El Perfecto
Mediador. Segunda parte
“En aquellos
días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los
griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran desatendidas en
la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los
discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios,
para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones
de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes
encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el
ministerio de la palabra”. Hechos 6:1-4
“orando en
todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos”. Efesios 6:18
Ser
intercesor tiene una doble responsabilidad, no sólo es hacer vallado lo que
sugiere restaurar la brecha que el enemigo ha puesto sobre muchas personas para
separarlas de Dios, sino colocarnos de tal manera en la brecha para detener su
avance, esto implica una oración de guerra espiritual.
El pecado ha
abierto una horrenda brecha en la muralla protectora de Dios sobre la
humanidad, lo que hace que el enemigo entre por ahí a dañar y destruir las
vidas. Igual como en los viñedos del pueblo de Judá, que cuando se abría una
brecha alguien se paraba allí hasta repararla totalmente y evitar así que
entraran intrusos a dañar la viña. Hoy más que nunca Dios busca intercesores
que se paren en la brecha y sirvan de vínculo entre la necesidad humana y la
misericordia divina.
El vallado
protector sobre nuestras familias, nuestra nación e inclusive sobre nuestra
iglesia se ha ido deteriorando por el pecado y la falta de búsqueda de Dios. El
temor se apodera de muchos que en vez de recurrir a la oración buscan solución
en falsos dioses, aumentando más la brecha de separación con Dios.
Por eso Dios
busca y levanta intercesores que puedan vigilar y ayudar mediante la oración.
Necesitamos orar unos por otros constantemente, en todo tiempo y como dice
Santiago 5:16 “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros,
para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”. Dios está
llamando creyentes que cumplan los requisitos en favor de la humanidad como los
apóstoles y diáconos del primer siglo.
¿Cuánto
estoy orando por los demás en estos momentos de oscuridad, dolor y muerte en el
mundo? El Señor nos ha llamado a interceder y sólo necesita corazones
dispuestos llenos de misericordia y compasión por sus semejantes que acudan a
Él en favor del prójimo. Oración.
«Señor
Jesús, hazme compasivo y misericordioso para orar no solamente por mis
necesidades sino para interceder por los demás, especialmente por aquellos que
están separados de ti por causa del pecado, que no se han reconciliado contigo
y cuyas vidas van hacia la destrucción. Ayúdame Espíritu Santo a orar por mi
familia, por mi iglesia y mi nación para que volvamos la mirada a ti y nos
refugiemos en tus brazos protectores en estos momentos de tanta desolación e
interceder para que el enemigo retroceda y no siga esclavizando las vidas de
los que no han encontrado todavía tu salvación. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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