La confianza
en Dios nos libera.
“Respóndeme
cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste
ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración. ….. Muchos son los que
dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de
tu rostro. Tú diste alegría a mi corazón mayor que la de ellos cuando abundaba
su grano y su mosto. En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú,
Jehová, me haces vivir confiado”. Salmo 4:1,6-8
En momentos
de dificultades como las que estamos viviendo, nuestro refugio como hijos de
Dios es la oración. Las presiones de la vida pueden provocar en nosotros temor,
angustia, ansiedad, depresión y hasta insomnio, sentimos que nuestro aliento se
desvanece y que ya no podemos más. Sólo encontraremos estímulo en la presencia
de Dios y en su Palabra y la certeza de que si invocamos a Dios, Él está ahí
para nosotros, como dice el Salmo 145:18 “Cercano está el Señor a todos los que
le invocan, a todos los que le invocan de veras”, esto es, a todos los que le
buscan con un corazón sincero.
Para salir
de esos estados emocionales que nos abaten, debemos empezar orando, aunque no
tengamos ganas, acercándonos con confianza a aquel que puede ayudarnos y
descansar en la promesa que dice: “Me invocará y yo le responderé; con él
estaré yo en la angustia; lo libraré y lo glorificaré” Salmo 91:15
Muchos en
esto días, están diciendo: “nada sale bien, cómo necesitamos que sobre nosotros
brille la luz de tu rostro”, pero, así como a David, Dios dará alegría a
nuestro corazón a pesar de la escasez y la dificultad y una alegría mayor que
cuando hay abundancia y tranquilidad. Dios es bueno con nosotros, por eso en el
día de la aflicción acudamos a su presencia y nos liberará del temor, la
angustia, la ansiedad, la depresión y el insomnio.
Cuando no
podamos dormir por estar afligidos por algún problema, meditemos en estas
palabras y revisemos cómo está nuestra relación con Dios para que tengamos la
seguridad y confianza de que Él nos está escuchando y que está obrando, aunque
no veamos todavía la respuesta. Oración.
«Señor
Jesús, en ti confía mi corazón, en ti reposa mi alma, porque sé que no tendré
falta de nada en estos momentos de dificultad que atraviesa el mundo, trae paz
a mí vida, libertad del temor, de la angustia, de la ansiedad, de la depresión
y da descanso a mi cuerpo para poder dormir bien confiando en tus promesas.
Dame alegría y haz resplandecer tu rostro sobre mí a pesar de las
circunstancias. Amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario