Vituperios
por el nombre de Cristo
“Si sois
vituperados por el nombre de Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria
y de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por ellos Él es blasfemado, pero
por vosotros es glorificado.” 1 Pedro 4:14
“Os
expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate,
pensará que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a
mí.” Juan 16:2-3
Ante
nuestros ojos, vemos cómo el mundo habla mal de las cosas de Dios o las
rechaza, haciendo más caso a sortilegios y fábulas, a horóscopos e
imaginaciones de hombres, que a la Palabra de Dios.
Entonces
somos tratados de “intolerantes”, porque defendemos con amor y amabilidad la
verdad; por supuesto no estamos llamados a ofender a otros, pero sí a estar
siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y respeto ante todo
el que nos demande razón de la esperanza que hay en nosotros (1 Pedro 3:15).
Esto mismo
le sucedió a los discípulos cuando hablaban de Jesús, de su sacrificio en la
cruz por nuestros pecados y de su resurrección, les ordenaron terminantemente,
incluso las mismas autoridades religiosas, que dejaran de hablar y enseñar
acerca del nombre de Jesús (Hechos 4:18, 21-22). Pero ellos, contestaron algo
que está vigente para nuestro tiempo actual y que también nosotros podemos
contestar y vivir: “Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: “Juzgad si es
justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos
dejar de decir lo que hemos visto y oído.” (Hechos 4:19-20)
Este es
nuestro compromiso, obedecer a Dios antes que a los hombres, anunciando con
toda determinación la buena noticia de salvación por medio de Cristo, con
mansedumbre y respeto, con humildad corrigiendo a los que se oponen, con la
esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento para conocer la verdad (2
Timoteo 2:25) y si somos censurados o reprochados, recordemos que a Cristo
también le hicieron lo mismo, por eso su Palabra nos dice que: “Porque ni aún
Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de
los que te vituperaban, cayeron sobre mí.” (Romanos 15:3) Oración.
«Padre, si
soy perseguido por causa de mi fe, censurado o rechazado, renueva mi fuerza,
para seguir anunciando a Cristo, y mostrando todo tu amor, dando testimonio con
una fe inquebrantable y una conducta intachable, en el nombre de Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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