jueves, 6 de febrero de 2020

Tiempos de refrigerio


Tiempos de refrigerio
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado, a quien dé cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”. Hechos 3:19-21
Después del Pentecostés, Pedro se dirige al pueblo judío y los insta a arrepentirse para que sus pecados puedan ser “borrados” y así Dios pueda mandar tiempos de refrigerio. ¿Qué quiso decir con esto?
Refrigerio significa cualquier tipo de refresco, descanso o la liberación de males. La Biblia está llena de estas promesas de descanso, gozo y alegría para nosotros, y vendrán tiempos de refrigerio para todos los que se arrepientan.
Seguir a Cristo a menudo nos lleva a dificultades, pero también hay descanso, cuando nos arrepentimos de nuestros pecados, porque nos da tranquilidad en nuestra mente y nos quita el peso que nos oprime. Como David, debemos confesarnos: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” Salmo 51: 1-2. Sólo el perdón trae paz y refrigerio. Dios está dispuesto a perdonar y a borrar la lista en nuestra contra.
Dios promete también tiempos de refrigerio en los días finales cuando Jesucristo regrese, para todos los que se conviertan y para su iglesia. Ese tiempo será un tiempo de restauración de todas las cosas. Cuando Jesucristo establezca su reino en la tierra, la paz, la seguridad, el bienestar y la alegría estarán disponibles para todos. La fuente de Dios se abrirá a todas las naciones, trayendo limpieza espiritual y la eliminación del pecado, que es el que ha traído los sufrimientos, penas y la decadencia de este mundo. Volverá la belleza que Dios quiso para la humanidad desde el principio.
Animémonos y no perdamos la esperanza, el Señor Jesús está con nosotros hasta el fin del mundo, nunca nos desamparará ni nos dejará. Oración.
Señor Jesús, tú te llamas a ti mismo “la fuente de agua viva”, tus aguas espirituales me limpian, me regeneran y me permiten disfrutar de una vida en el Espíritu que trae paz a mi corazón. Borra todas mis rebeliones por amor a tu nombre y renueva un espíritu recto dentro de mí para vivir tiempos de descanso y refrigerio en ti. Amén.

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