Aprovechando bien el tiempo
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios
sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por
tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”.
Efesios 5:15-16
todo cristiano es un mayordomo, puesto que todo lo que
tenemos le pertenece a Dios: nuestro tiempo, talentos y posesiones. Él demanda
una fiel administración en cada uno de estos aspectos. Nuestro tiempo es un
recurso valioso pero muchas veces mal utilizado. El tiempo no se puede
devolver, no se puede estirar, no se puede acumular y mucho menos recuperar,
por eso el apóstol Pablo nos dice que lo aprovechemos bien.
Este es un llamado a ser sabios en su manejo, porque los
días en general están expuestos al mal, se hace necesario entonces que no dejemos
pasar las oportunidades favorables mientras duren, escogiendo y usando la
oportunidad para hacer el bien. A veces desperdiciamos el tiempo en los chats,
navegando en internet, hablando por teléfono o viendo mucha televisión y
decimos que no nos alcanza, por eso hay que tener un equilibrio para poder
cumplir con todo.
El mundo está sumido en oscuridad y no podemos ignorarlo,
necesitamos sacar tiempo para llevar el mensaje del Señor, porque podemos
iluminar la vida de los no creyentes. Este es un trabajo conjunto con el
Espíritu Santo, no temamos ser luz y pidamos que nos ayude a usar bien cada
momento que nos da para compartir la verdad de Dios.
El tiempo más valioso, es el tiempo que apartamos para estar
en la presencia de Dios, es el tiempo quieto con Él, donde dejamos a un lado la
rutina diaria para dedicarnos a la oración y a la meditación de su Palabra. Es
el tiempo mejor invertido, porque podemos entregarle todas nuestras cargas,
todo lo que vayamos a hacer durante el día para que nos ayude, nos dirija y nos
fortalezca. Este tiempo siempre será atacado por el enemigo, que se interpone
para que no recibamos la influencia de Dios e impactemos nuestro entorno. Ser
un buen administrador del tiempo nos enseña a establecer prioridades, a agendar
las cosas importantes y realizarlas en orden, como le agrada al Señor.
¿Qué estamos haciendo con las riquezas del tiempo que Dios
nos ha dado? Siempre tendremos suficiente tiempo para hacer la voluntad de
Dios. Oración.
Amado Señor, tu palabra dice que busque primeramente el
reino de Dios y su justicia y todas las cosas me serán añadidas. Me has dado la
riqueza del tiempo para manejarlo con sabiduría y así cumplir los propósitos
que colocas en mi vida. Perdóname por el tiempo desperdiciado, por las
oportunidades que he dejado pasar para compartir de ti, por no sacar el espacio
para ayudar a otros y por malgastar momentos en cosas que no edifican. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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