VIVIENDO EN LA GRACIA DE JESUCRISTO
“Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia
de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis
enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio
acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os
falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el
cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el
día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a
la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor”, 1 Corintios 1:4-9
Fuimos llamados a estar en comunión con Jesucristo por medio
de su obra que cambió totalmente nuestra relación con Dios. Ahora podemos
entrar con confianza a su presencia, a su trono de gracia. Y sólo podemos
hacerlo a través del Espíritu Santo derramado en nuestros corazones. Cristo
hizo realidad la promesa de Joel 2:28-29 “Y después de esto derramaré mi
Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;
vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre
los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días”.
Nos dio la salvación, como un regalo inmerecido del amor de
Dios y que nos coloca en una relación perfecta con Dios, algo que no podíamos
lograr por nosotros mismos. Y fuera de eso nos dotó de dones como un depósito
para usarlos como Él nos diga, para la gloria de Dios y bien de los demás.
Hemos sido consagrados a Dios mediante el sacrificio de
Cristo, esto hace que pertenezcamos a Dios de una manera muy especial, por eso
hemos sido llamados a ser un pueblo dedicado a Dios, recibiendo su llamamiento
y mostrando en nuestra vida un carácter santo. El cristiano debe ser diferente
a las demás personas porque pertenece a Dios y está a su servicio.
Hemos sido enriquecidos en Cristo con todos los dones
espirituales en Palabra y conocimiento, es el poder que nos ha dado para
servirle y testificar hasta que Él vuelva. Regocijémonos como Pablo en la
gracia de Dios que obra en nuestro pasado, presente y futuro y que nos
garantiza los propósitos eternos de Dios para con nosotros. Permanezcamos en
comunión con Jesucristo, privilegio de todo aquel que ha creído y lo ha
recibido en su corazón. Oración.
"Qué privilegio tan grande haber recibido tu gracia por
medio de tu obra redentora, de haber sido dotado de dones espirituales para
revestirme de tu poder y ser testimonio en esta tierra. Y mayor privilegio
poder tener una comunión contigo Señor, una relación perfecta donde me uno a ti
por tu Santo Espíritu para crecer en santidad y ser confirmado hasta el fin.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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