¿QUÉ ESPERA DIOS DE TI? PRIMERA PARTE
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los
insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”, Proverbios 1:7
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu
propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus
veredas”, Proverbio 3:5-6
¿Qué espera Dios de nosotros? Espera que le agrademos en
todo y que vivamos para Él, pero para esto debemos: temer a Dios, confiar en
Él, honrarlo y ser humildes. Cuatro principios que nos llevarán a honrar a Dios
y obedecerlo en todo.
El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento, los
necios no lo entienden porque desprecian la sabiduría y la enseñanza de Dios.
Tener temor de Dios es reverenciarlo y admirarlo. En la medida en que conocemos
a Dios, aprenderemos a admirarlo y nunca nos dejará de sorprender. Él es el
Dios Todopoderoso, el Rey, el Padre, el Soberano, el Dios de imposibles.
Conocer a Dios es obedecerlo porque Él está para ser obedecido. Si tememos
verdaderamente a Dios vamos a obedecerlo.
En Génesis 22: 12 “dijo: No extiendas tu mano sobre el
muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no
me rehusaste tu hijo, tu único”. Un gran ejemplo de obediencia es la historia
de Abraham, quién obedeció a Dios porque le temía, conocía el amor y el poder
de Dios y sabía que Dios podía resucitar a su hijo.
¿Cuán dispuestos estamos a dar todo lo que tenemos por el
Señor, poniendo todo nuestro temor y confianza en Él? ¿Mostramos nuestra
lealtad a Dios? Él no es un Dios de miedo, es un Dios de amor, es maravilloso y
ha obrado con poder a través de los años, sobre los siglos, con todo tipo de
personas, en todo tipo de situaciones, siempre ha demostrado ser fiel. Él nos
conoce, conoce nuestras dudas, nuestros temores y nuestras inseguridades.
Reconozcamos que en nuestro corazón mora el Dios del universo, creador de todo,
y en cuyas manos está todo. Nada se le escapa, todo está bajo su control. El
Único Dios del universo vive en nosotros.
Confiemos en el Señor con todo el corazón; no dependamos de
nuestro propio entendimiento. Busquemos su voluntad en todo lo que hagamos y Él
nos mostrará cuál camino tomar. Confiar en Dios es arrojarse totalmente en sus
brazos y sin dudas, porque nunca nos va a dejar caer.
Entre más confiamos en Dios, más responsabilidad pondrá en
nosotros, pues si confiamos en Él seremos capaces de hacer lo que nos pida.
Confiemos en Dios en todo, cuando tenemos problemas, cuando nos enfermemos,
cuando suframos, cuando pasemos por desafíos grandes y en la peor de las
tristezas. Confiemos al Señor nuestra economía porque Él es nuestra prosperidad.
Salmo 37:5 “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y
él hará”. Esta es la promesa de Dios cuando depositamos toda nuestra confianza
en Él. Nos ayudará, nos bendecirá, nos sanará, nos protegerá. Oración.
"Señor, perdóname por querer manejar mi vida a mi
antojo, por no temerte ni reverenciarte como te lo mereces, quizás he confiado
más en mí mismo o en otras personas que en ti. Quiero honrarte como es debido
porque eres mi Dios, el dueño de mi vida y de todo lo que tengo; sé que ni una
hoja de un árbol cae si no es por tu voluntad, enséñame a reconocerte en todos
los aspectos de mi vida. Amén.
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