NO TE QUEDES CALLADO
“Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No
temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre
ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. Y se
detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios”, Hechos
18:9-11
Una noche el Señor le habló a Pablo en visión y le dijo “No
tengas miedo, habla con libertad, no te quedes callado, pues yo estoy contigo y
nadie te hará daño ni te atacará, hay mucha gente para mí en este lugar”. Qué
palabras tan alentadoras para el apóstol de parte de nuestro Señor. La obra era
grande y había mucha gente en esa ciudad que Él ya había dispuesto. Por eso
ante los grandes desafíos, debemos confiar en la providencia y cuidado de Dios,
Él ha prometido no dejarnos solos sino estar todos los días a nuestro lado.
Debemos seguir hablando sin temor, es necesario hacerlo
porque muchos van a creer en Jesucristo en el lugar donde estemos. El Señor ya
ha preparado los corazones para que escuchen el mensaje de salvación. Ningún
temor humano debe limitar la obra de Dios.
Recordemos a Moisés cuando Dios lo escoge para sacar al
pueblo de Israel de Egipto, buscó muchas excusas para eludir el llamado, pero
para cada impedimento Dios le dio la solución. Una de esas excusas era que no
sabía hablar y Dios le dice en Éxodo 4:10-12 “Entonces dijo Moisés a Jehová:
¡Ay, Señor! Nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú
hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehová le
respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que
ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te
enseñaré lo que hayas de hablar”.
Una vez más cumple la promesa de que su poder se perfecciona
en nuestra debilidad, por eso todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.
Debemos también entender que siempre nos enfrentaremos a que
el evangelio seguirá siendo rechazado por algunos y abrazado por otros. Pero
que esto no debe impedir que hablemos, testifiquemos y compartamos del amor de
Jesús.
No miremos entonces los momentos difíciles que nos esperan
cuando estemos sembrando el mensaje del evangelio para que no nos desanimemos,
pongamos la mirada en Jesús y visualicemos la abundante cosecha de personas
entregándose a Cristo por las palabras de nuestra boca. Que el ejemplo y la
pasión de Pablo nos alienten a seguir. ¿Qué hace falta para que esa pasión se
encienda en nuestro corazón? Oración.
"Señor no permitas que el temor me paralice y me impida
hablar a las personas que me rodean de tu amor, pon la seguridad en mí de que
eres el Dios Todopoderoso que habita en mi corazón y que todos los días caminas
a mi lado. Tú has proporcionado todos los medios para ayudarme, por eso iré a
donde me digas, confiando en que me darás el valor, la confianza y la palabra
para hacerlo Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales
para ese propósito
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