OBSTÁCULOS PARA CUMPLIR LA VOLUNTAD DE DIOS
“Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo
que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he
conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios,
y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye
leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo,
del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido
delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.
Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi
pueblo, los hijos de Israel. Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo
para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?”, Éxodo 3:7-11
A veces nos olvidamos que fuimos escogidos para estar
incluidos dentro de los planes de Dios, y como Moisés podemos estar poniendo
objeciones: ¿Quién soy yo para ir al Faraón y sacar de Egipto a los hijos de
Israel? o ¿Voy a los israelitas y les digo el Dios de mis padres me ha enviado
y me dirán cuál es su nombre, que responderé? ¿Y si no me creen, ni escuchan mi
voz? La duda, la incredulidad y el temor son obstáculos para cumplir con la
voluntad de Dios.
Moisés sabía que la aparición del Señor en la zarza fue
real, pero le preocupaba que otros no le creyeran, además dudaba de la capacidad
en sí mismo para llevar a cabo esa misión. Y esto es cierto cuando dependemos
de nosotros, de nuestras habilidades y fuerzas. Pero todo es posible cuando
dependemos del poder de Dios.
Dios siempre tiene una respuesta para todo y fue así con
Moisés, le aseguró que estaría con él, le dio las palabras para responder a las
inquietudes del pueblo, lo instruyó exactamente sobre lo que tenía que decir y
hacer. Dios está por encima de nuestras flaquezas y ha prometido fortalecernos
y habilitarnos para cumplir nuestra misión en la tierra por difícil que sea.
Dios no juzgó ni condenó a Moisés por sus dudas, le mostró
todo su poder para que frente al desafío sólo viera su esplendor y le entregó
una vara para que hiciera señales poderosas en su nombre. Ahora nos ha dado el
poder de su Espíritu con el que estamos capacitados para hacer todo lo que el
Señor quiera. Hechos 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre
vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea,
en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
El problema no es de Dios, es de nosotros porque sentimos
temor y no nos apropiamos de todo el potencial divino que Dios nos ha dado a
través de su Santo Espíritu. Dios respalda el mensaje del evangelio con señales
y estas no pueden ser limitadas al tiempo de los apóstoles, siempre confirmará
el ministerio de los embajadores de Cristo en esta generación, por eso no
cesarán los milagros y prodigios cuando oramos con poder hasta su regreso. No
dudemos ni temamos, Jesús está con nosotros hasta el fin del mundo. Oración.
"Señor, te amo y quiero conocer tus propósitos para mi
vida, pero a veces la duda y el temor me impiden descubrir y cumplir tu
voluntad. No quiero que esto sea una barrera para servirte. Hazme consciente de
todo el poder sobrenatural que hay en mí a través de tu Santo Espíritu y
permíteme permanecer en tu presencia para llenarme de tu fuerza y poder, y
hacer así tu voluntad. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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