Prioridad
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas”, Mateo 6:33
¿Cómo puedo alinear mis expectativas, mis motivaciones y mi
realidad para cumplir la máxima de buscar primeramente el reino de Dios y su
justicia?
Cómo lograr hacer esto, si vivimos en un mundo que prioriza
el tener sobre el ser, los logros personales y profesionales sobre los logros
espirituales, que recompensa el rendimiento o cumplimiento sin importarle los
medios para alcanzarlos. Es un mundo cada vez más amoral y más lleno de afán,
como el mismo Señor nos enseñó que los afanes de este siglo, y el engaño de las
riquezas, y las codicias de otras cosas entran y ahogan la Palabra haciendo que
no dé fruto (Marcos 4:19).
Además en la práctica todo lo que quieras hacer bien, tienes
que dedicarle tiempo. Entonces, ¿cómo podemos priorizar el reino de Dios y su
justicia?
Lo primero es entender el contexto de Mateo 6:33, y es acerca
del afán, así que el Señor primero nos llama a descansar en él, a dejar todo
afán, esto no significa falta de diligencia, sino confianza absoluta y diaria.
Es decir, no cargarnos con lo que pasará mañana sino mejor descansamos en
Cristo y le entregamos lo que nos está llevando a pensar de más, a estar
ansiosos, aplicando lo que dice su Palabra: “Por nada estéis afanosos, sino
sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias” y como resultado de esta honesta oración él promete que: “Y
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6-7).
Por lo tanto, buscar la paz interior es más importante que
terminar una tarea o lograr un objetivo o hacer determinada labor. Es más, si
no hacemos algo con la paz interior de Jesús es mejor aplazar el asunto o la
decisión que estemos tomando, porque con seguridad no estamos dando prioridad
al reino de Dios, pues como dice Romanos 14:17 “…el reino de Dios no es comida
ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.”
Lo segundo que debemos hacer lo veremos en el próximo
devocional. Oración.
«Gracias Padre porque en ti puedo descansar de toda carga, de
todo pensamiento que ronda mi mente y me empuja a la ansiedad, puesto que tú
tienes el control de mi vida y lo único que necesito que me des es la Paz de
Cristo por el poder de tu Espíritu que mora en mí. Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario