Mi mejor adoración
“Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró
todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré,
si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito
está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le
dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.”, Mateo 4:8-11
La tentación del diablo a Jesús que leemos en la porción
bíblica de hoy, muestra la tentación mayor del maligno, promete darle todos los
reinos de la tierra y la gloria de ellos; entre estos reinos estábamos tu y yo,
cada uno de nosotros que Jesús anhelaba salvar. Pero resistió la tentación de
apartarse del plan preciso del Padre y le responde una verdad que debiera
resonar en lo más profundo de nuestro ser: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él
sólo servirás.”
Adorar bíblicamente significa postrarse, rendirse
completamente al Rey de Reyes y Señor de Señores, a Cristo. La adoración es
exclusiva de Dios, solo a Él adoramos, solo a Él servimos. Incluso cuando
servimos a los demás, realmente debemos hacerlo para Él, para su gloria y
honra. (Colosenses 3:17).
Cristo venció esta tentación, triunfó sobre el maligno con la
verdad poderosa y eterna de su Palabra; fuimos creados para su gloria y somos
de Dios en Cristo Jesús, su propiedad exclusiva, por lo tanto debemos adorarlo
solo a Él. (Isaías 43:7, 1 Corintios 6:19).
El ladrón viene a robar esta verdad de nuestro ser, a
destruir nuestro propósito y a matar nuestra esperanza, pero recordemos que le
pertenecemos al buen Pastor y nadie nos arrebata de su mano. (Juan 10:27-28) Oración.
«Padre, por medio de Cristo puedo ofrecerte una adoración en
Espíritu y verdad, rindiendo mi corazón para servirte solo a ti porque soy tuyo
comprado con la sangre de Jesús para gloria de tu nombre. Amén.
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