Fidelidad y
diligencia
“Porque el
reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y
les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a
cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.” Mateo 25:14-15
Todos hemos
recibido de Dios talentos, capacidades y recursos; unos en mayor cantidad que
otros, pero ninguno menos o más de los que puede administrar. Vemos en la
parábola de los talentos cómo son repartidos de acuerdo a la capacidad de cada
siervo. Sin embargo, relata la Biblia, que aquel que había recibido un solo
talento fue y lo escondió porque tuvo miedo y porque veía a su señor como un
hombre duro (Mateo 25:24-25). Pero, así mismo, podemos ver cómo los otros dos
siervos son recompensados de la misma manera, a pesar de la diferencia de
talentos recibidos y multiplicados, pues uno había obtenido cinco y el otro
dos, pero las palabras de su señor fueron las mismas para ambos porque en
realidad lo que él estaba exaltando era la fidelidad y diligencia con la que
habían administrado sus talentos.
Y tú, ¿estás
centrado en la gracia y justicia de Dios o quizás te estás comparando con el
que ha recibido más y tienes miedo porque piensas que nuestro Señor es duro e
injusto?
Hemos sido
llamados a realizar diligentemente, es decir, de buena voluntad y a tiempo la
obra del Señor; para eso, hemos sido puestos en una iglesia donde cada uno,
según su función, actividad, talento o capacidad, debería trabajar para la
edificación mutua y la gloria de Dios.
Así que, es
momento de evaluarnos y reflexionar si en realidad estamos siendo fieles a Dios
con aquello que nos ha dado o, si por el contrario, estamos actuando de manera
negligente, mostrando poco interés, atención e importancia cuando se nos invita
a participar activamente de alguna actividad perteneciente al reino de los
cielos. Recordemos la exhortación de nuestro Señor que dice “Así que, hermanos
míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre,
sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” (1 Corintios 15:58). Oración.
«Padre, eres
justo y me has dado capacidades, talentos y recursos conforme a tu voluntad;
permíteme ser fiel a ti disponiendo de ellos para tu obra y tu gloria, en el
nombre de Jesús, Amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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