Un corazón de piedra
“Os daré
corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra
carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de
vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis
preceptos, y los pongáis por obra.” Ezequiel 36:26-27
En el
antiguo testamento, vemos como el pueblo de Israel, endureció su corazón como
el diamante para no escuchar la Palabra que Dios enviaba por su Espíritu, por
medio de profetas (Zacarías 7:12), y esto trajo como consecuencia que fueran
esparcidos por todas las naciones, a pesar de que una y otra vez, con mucha
insistencia, el Señor les previno acerca de las consecuencias del pecado, de
apartarse de Dios.
Hoy en día,
el Señor, también envía su Palabra, por su Espíritu Santo, por diferentes medios,
para que el que escuche, no endurezca su corazón, sino que coloque atención, y
reciba el regalo de salvación y el don de justicia por medio de la fe en Cristo
(Romanos 5).
Por esta fe
en Cristo, Dios, cumplirá esta promesa, quitará el corazón de piedra, nos dará
un nuevo corazón y escribirá en nosotros, con letra de su sangre, sus leyes y
preceptos para que los obedezcamos (Jeremías 31:33), para que andemos como
hijos de Dios, como pueblo elegido por él, para anunciar la inmensa bondad de
aquel, que nos sacó de la oscuridad a la luz verdadera (1 Pedro 2:9). Oración.
«Padre, por
la gracia de Jesús, quita el corazón de piedra y coloca en mí tu Espíritu, dame
un corazón que te obedezca, que ande en tus caminos y glorifique tu nombre.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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