De
perseguidor a perseguido. Parte 2
“Mas yendo
por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le
rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le
decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le
dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el
aguijón. Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el
Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes
hacer.”, Hechos 9:3-7
Pablo,
camino a Damasco, con el objetivo de perseguir a los que seguían la fe, tuvo un
encuentro personal con el Señor Jesucristo, quien le dijo “Saulo, Saulo, ¿por
qué me persigues?”. El Señor lo derribó de su religiosidad y orgullo, para que
comenzara a servirle, y pasó de ser perseguidor a perseguido por causa de
aquello que al principio perseguía (Colosenses 1:13).
Nosotros
necesitamos también caer de nuestra autosuficiencia, nuestro orgullo, nuestra
prepotencia, que nos hace perseguidores de Cristo, cambiar el rumbo que estamos
llevando en nuestra vida y caminar en la voluntad de Dios; diligentemente vamos
camino a conseguir nuestras metas personales y profesionales, damos prioridad a
los afanes de la vida, pero, ¿qué de las metas espirituales?
Pablo pasó
de ser un diligente y esforzado perseguidor de Cristo (Filipenses 3:5-6), a uno
de los más diligentes y productivos siervos de Jesús, por la gracia de Dios,
que actuaba en él (1 Corintios 15:10), llevando el mensaje de salvación por
todo el mundo de esa época; ahora en este tiempo, nosotros estamos llamados a
levantarnos y entrar en todas las ciudades del mundo, que el mismo Jesús
resucitado nos dirá lo que debemos hacer.
Oración.
«Señor,
indícame el camino que debo seguir, te entrego a ti todas mis metas para que
sean ajustadas de acuerdo a tu propósito, cambia la dirección de mi vida, rumbo
a ti y a hacer tu voluntad. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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