Solo tengo 5
panes y dos peces
“Cuando alzó
Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De
dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle;
porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios
de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus
discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que
tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?
Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel
lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús
aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y
los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto
querían.” Juan 6:5-11
Y con solo
esos 5 panes y dos peces, Jesús puede hacer que sobre y que abunde. ¿Cuáles son
tus 5 panes y tus dos peces? ¿Qué tienes en tus manos? Tu carrera, tu
profesión, tu negocio, o incluso no tienes nada, Él puede llenarlo y
multiplicarlo todo, pero de seguro, algo tienes, al menos tu necesidad.
Se trata
entonces de que dispongamos lo poco o mucho que tenemos para que, en las manos
de Jesús, sea multiplicado y todos los que están a tu alrededor, tu familia, tu
cónyuge, tus amigos, coman y se sacien. Por supuesto no se trata de alimento
físico, sino de colocar al servicio de Cristo, todo lo que tienes y aun lo que
te falta, para que Él o lo llene o lo encause para sus propósitos que son más
grandes, más loables y verdaderos que los que nosotros podríamos tener y como
consecuencia, estos se conviertan en verdadero alimento, verdadera bendición
para los que te rodean.
La mejor
disposición de nuestro corazón surge cuando nos despojamos de lo que tenemos y
lo entregamos en manos de Jesús para que lo use para cumplir la buena,
agradable y perfecta voluntad de Dios. Hermanos, tengamos el sentir que tuvo
Cristo, que se despojó así mismo para morir por nosotros en la cruz, sin mirar
cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros
(Filipenses 2:4-11) y empecemos desde hoy a disponer de nuestros dones,
talentos y trabajo, para que Dios sea glorificado por el conocimiento de Cristo
que ellos permitirán. Oración.
«Solo tengo
Señor, 5 panes y dos peces, lo que me has dado, eso mismo lo entrego en tus
manos para que tú lo multipliques, lo uses de acuerdo con tu voluntad y sacies
del conocimiento de tu Palabra que requiere el mundo entero. Todos estamos
hambrientos y sedientos de tu Palabra; que lo poco que tengo sea para que
muchos te conozcan. Amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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