La Gracia
sobreabundó
“Pues si por
la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno
solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la
justicia.” Romanos 5:17
El pecado de
un solo hombre, Adán, trajo la muerte a la humanidad, pero aún más grande es la
gracia maravillosa de Dios y el regalo de su perdón y de la vida eterna,
gracias a un solo hombre, Jesucristo (Romanos 5:15).
La ley de
Dios, sacó a flote, reveló cuán lejos estábamos de Él y nuestra incapacidad
para cumplir sus justos, santos y perfectos mandamientos (Romanos 7:12). El
pecado que moraba en nosotros, se aprovechó del santo mandamiento, para
introducir en nosotros toda clase de deseos codiciosos (Romanos 7:8-9), como si
la ley al decirnos “no hagas” para evitarnos la muerte, el pecado daba más
impulso para hacer lo contrario, debido a nuestra naturaleza caída y como
resultado, abundó el pecado en nosotros.
Pero gracias
a Dios por Jesús, que con su muerte en la cruz pagó el precio y nos libró de
esa lucha infructuosa contra el pecado (Romanos 7:24), triunfó, llevando sobre
el madero, a nuestro viejo hombre, lleno de delitos y pecados; esto lo explica
de manera contundente Romanos 8:3 “Porque lo que era imposible para la ley, por
cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne
de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;”.
El resultado
entonces, es la sobreabundante riqueza de su gracia (Romanos 5:20), para que el
pecado no controle ahora nuestra vida, ni obedezcamos a los deseos pecaminosos,
ni usemos nuestro cuerpo como instrumento de maldad para servir al pecado, al
contrario, podemos entregarnos completamente a Dios, sirviendo a sus propósitos
y viviendo una vida abundante, puesto que el pecado no es nuestro amo, porque
la verdad es que ya no vivimos bajo las exigencias de la ley. En cambio,
vivimos en la libertad de la gracia de Dios. (Romanos 6:12-14) Oración.
«Padre
bondadoso, en tu gracia me deleito, ya el pecado no puede controlar mi vida
porque fue condenado en la cruz, ayúdame a entender y a vivir en esta gloriosa
libertad de tu gracia en Cristo. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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