Consagra tu
mente a Cristo
«Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta» Romanos 12:1-2
En el Antiguo
Testamento los judíos sacrificaban animales para expiación de sus pecados,
vemos que Pablo hace una analogía y les pide a los romanos hacer un sacrificio,
que de hecho, debe sobrepasar el de animales, pues les pide que sacrifiquen su
vida. Esto no se trata de matar, sino de presentar su cuerpo vivo a Dios, se
trata de una vida dedicada, una vida vivida que hace la voluntad de Dios, con
fe y santidad.
No os
“conforméis a este siglo” significa no se amolden al pensamiento o filosofía e
ideología de este mundo contrarias a la ley de Dios. Pablo llama a consagrar
nuestras mentes a Dios que es el culto racional, que dentro del contexto
bíblico, quiere decir un culto a Dios que parte de la razón, de la
inteligencia; saber por qué y para qué y cómo se dedica culto a Dios, usando el
entendimiento por encima de las emociones, pues se adora al Dios Altísimo. Así
es como debemos presentarnos a Él, con cuerpos vivos, santos y agradables, que
nos permiten experimentar la voluntad de Dios.
Sabemos que
el pensamiento del ser humano es transformado con la Palabra de Dios, por
tanto, la persona que aprende a tener pensamientos de Dios pronto sentirá un
cambio de corazón, una transformación en todo su ser. Según la ciencia, el
poder de la mente es mucho mayor de lo que podemos pensar y si es movida por el
Espíritu Santo, se pueden hacer cosas extraordinarias, cosas buenas, pero si es
controlada por el corazón perverso del hombre sus obras serán malvadas.
La Palabra
de Dios es el arma capaz de llegar a lo profundo del ser humano y renovar el
entendimiento. Hebreos 4:12 dice: «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz,
y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del
alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir
los pensamientos y las intenciones del corazón». La Palabra es la que posee el
poder para convertir la mente a Cristo, pues, la mente en Cristo trasciende
sobre las ambiciones miserables de este mundo. La Biblia nos dice en 1
Corintios 2:16b «Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo», esto quiere
decir que todo aquel que ha confesado que Jesús es su Señor y Salvador, posee
su mente; de manera que el creyente debe pensar como Él piensa y actuar como Él
actúa. Oración.
«Amado Dios,
examina mis más íntimos pensamientos, donde solo tú puedes mirar, y ayúdame a
renovarlos conforme a tu voluntad, que estén ceñidos a tu verdad, a todo lo honesto,
todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre;
pues quiero llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia en Cristo Jesús. Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario