Génesis 15.6 Vivir
por fe
Abraham es uno de los personajes del Antiguo Testamento que
más ha impactado mi vida espiritual. Por medio de su ejemplo veo la necesidad
de vivir por fe.
La separación es a menudo parte de nuestro desarrollo
espiritual. Antes de que podamos encargarnos de algo nuevo, el Señor puede
pedirnos que dejemos algo que tenemos. En Génesis 12.1-3, Dios le dice a
Abraham que emprenda un viaje que implicaba dejar su país, su pueblo y el hogar
de su padre. La obediencia significaba decir adiós a las personas y a las cosas
importantes para él. Los únicos parientes que viajaron con Abraham fueron su
esposa y su sobrino; atrás quedaba la vida que había conocido en su tierra.
Pero este varón de Dios no dudó; su gran fe le permitió decir que sí.
Avanzar en medio de la incertidumbre puede ser otro aspecto
de la obediencia al Señor. A Abraham se le dijo que viajara sin saber su
destino. Trate de imaginar lo que sería decirle a sus amigos que usted se está
marchando a un lugar lejano, pero que no tiene idea de a dónde se dirige. Esta
falta de detalles no detuvo a Abraham. Su confianza inquebrantable en su Padre
celestial le permitió responder de todo corazón al llamamiento divino. A pesar
de la falta de detalles específicos, Abraham estuvo preparado espiritualmente
para decirle sí a Dios cuando Él le llamó.
Obedecer a Dios requiere vivir por fe, lo cual significa:
confiar en la guía del Espíritu Santo (Jn 16.13) cuando no vemos cómo encajan
todas las piezas; creer que Dios obra siempre para nuestro bien (Ro 8.28) y
para su gloria; y desear agradar a nuestro Padre celestial. ¿Estará usted
listo para cuando Él le llame?
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