Dios cierra la boca de los leones
El rey Darío nombro a ciento veinte personas que le ayudaran
a gobernar, a estos ciento veinte los vigilaban tres jefes superiores entre los
que estaba Daniel. Tan bueno era el desempeño de Daniel que el rey lo nombro
jefe de todos y hasta llego a pensar en hacerlo jefe de todo el reino.
La Biblia dice: “Los otros sólo esperaban que Daniel hiciera
algo malo, o que cometiera algún error, para acusarlo con el rey. Pero no
pudieron acusarlo de nada, pues Daniel siempre hacía bien su trabajo” Daniel
6:4 (Traducción en lenguaje actual).
Y es que desde el antiguo tiempo hay personas con envidia y
celo de lo que Dios hace en la vida de los que de corazón sincero lo buscan.
¿Cuántas personas quizá andan esperando que hagas algo malo
para acusarte?, quizá muchos ojos este puestos en ti, pero si tu corazón le
pertenece al Señor y buscas por todos los medios de agradarlo siempre, jamás
tendrán de que acusarte.
Los jefes principales al no encontrar forma de acusar a
Daniel por su trabajo, ya que su trabajo era perfecto, la Biblia dice: “Por eso
se pusieron de acuerdo y dijeron: «Como no tenemos nada de qué acusar a Daniel,
lo haremos caer solamente con algo que tenga que ver con su religión»” Daniel
6:5 (Traducción en lenguaje actual).
Es triste que haya personas dispuestas a tramar de cualquier
forma posible tu caída, y es que nadie dijo que le ibas a caer bien a todos,
siempre habrá “jefes principales” dispuestos a tramar tu caída a consecuencia
de la envidia y celo que tienen hacia lo que Dios está haciendo en ti.
La propuesta de estos jefes principales hacia su rey fue la
siguiente: “Todos los jefes y gobernantes queremos sugerir a Su Majestad que
ponga en vigor una nueva ley. Según esa ley, durante un mes nadie podrá adorar
a ningún dios ni persona, sino sólo a Su Majestad. Esa ley se aplicará en todo
el reino, y cualquiera que la desobedezca será echado vivo a la cueva de los
leones” Daniel 6:7 (Traducción en lenguaje actual).
La ley era maliciosa, por una parte abogaba al ego del rey y
por otra llevaba la intención de atacar directamente a Daniel, ya que estas
personas sabían muy bien que Daniel era un hombre entregado a Dios y que por
más ley que se instaurara, seguiría buscando a su Dios.
El rey Darío acepto, sin imaginarse el trasfondo de esta
idea, pues él apreciaba mucho a Daniel.
Cuando la ley entro en vigor, Daniel lo supo, pero la Biblia
narra cual fue su reacción: “Daniel lo supo, pero de todos modos se fue a su
casa para orar a Dios. Daniel acostumbraba orar tres veces al día, así que
entró en su cuarto, abrió la ventana y, mirando hacia Jerusalén, se arrodilló y
comenzó a orar” Daniel 6:10 (Traducción en lenguaje actual).
La actitud de Daniel nos enseña que no importando las
circunstancias que nos rodean, no debemos olvidar nuestra relación personal con
Dios, no hay ley que nos pueda separar de la búsqueda continua del Señor.
Los jefes principales vieron a Daniel orando, ¿Cómo lo
pudieron ver si Daniel estaba en su cuarto?, estos señores, estaban espiando de
la forma más vil a Daniel, su propósito era acusarlo de cualquier forma. Quizá
a tu alrededor hayan personas como estas, capaces de hacer cualquier cosa sin
vergüenza alguna, solo por encontrar en ti una falla. Personas capaces de
cualquier cosa solo por verte mal o peor a un, solo por verte ser devorado por
leones.
Estos jefes principales rápidamente dieron aviso al rey de lo
sucedido y lo presionaron para que cumpliera la ley que el mismo había firmado.
El rey le tenía gran estima a Daniel y toda la noche no durmió pensando la
forma de poder salvarlo. Pero la presión de estas personas con malas
intenciones obligaron al rey a cumplir la rey que era irrevocable, así que no
tuvo otra opción que mandar a traer a Daniel para ordenar que lo echaran a la
cueva de los leones, pero antes que lo echaran le deseo que su Dios pudiera
salvarlo.
La Biblia dice: “Enseguida echaron a Daniel a la cueva de los
leones. Luego taparon la cueva con una piedra muy grande, y el rey puso su
sello en la entrada. Lo mismo hicieron los jefes principales para que nadie se
atreviera a sacar de allí a Daniel” Daniel 6:17 (Traducción en lenguaje
actual).
Quizá en algún momento aquellas personas que solo buscan tu
mal lograran echarte a una cueva de leones hambrientos que solo esperan el
mínimo asomo para devorarte por completo, pero aun en esa cueva llena de leones
hambrientos DIOS NO SE OLVIDA DE TI.
Es fácil pensar de ¿Cómo es posible que un hombre que solo
busque agradar a Dios pueda terminar en una cueva de leones?, ¿Cómo es posible
que un hombre tan integro pueda ser juzgado de esa manera a causa de personas
envidiosas y celosas del respaldo de Dios sobre su vida?, ¿Por qué lo permite
Dios?, ¿Por qué le pasa esta cosas a siervos de Dios?
Tú puedes pensar todo lo que quieras, hacer tu propio juicio
y hacerte todas las ideas que quieras del suceso que puedas estar
experimentando, pero hay algo que es seguro y esto es que DIOS ES JUSTO, y a
pesar de tener que enfrentarte a personas que te acusan sin causa y que te
tiran a una cueva llena de leones, no tienes que olvidar a quien le sirves, por
quien vives y a quien le debes todo.
Es fácil en momento de críticas y juicios injustos querer
cuestionar a Dios, es fácil pensar que quizá Dios se aparto de nosotros cuando
vemos que vamos rumbo a una cueva de leones para ser devorados, pero tranquilo,
tranquila, Dios aun no termina la historia.
Al día siguiente el rey Darío fue a la cueva y pregunta:
“Cuando estuvo cerca de la cueva, se puso muy triste y gritó: —¡Daniel, tú
siempre has adorado al Dios de la vida! ¿Pudo tu Dios salvarte de los leones?”
Daniel 6:20 (Traducción en lenguaje actual).
La respuesta fue: “Y Daniel le contestó: —¡Deseo que Su
Majestad viva muchos años! Mi Dios envió a su ángel para cerrarles la boca a
los leones, para que no me hicieran daño. Mi Dios sabía que yo no he hecho nada
malo, y que tampoco he traicionado a Su Majestad” Daniel 6:21-22 (Traducción en
lenguaje actual).
¡Increíble! Dios había acompañado a Daniel, aun allí en una
cueva llena de leones hambrientos, ¡DIOS CERRO LA BOCA DE LOS LEONES!
Quizá esté siendo juzgado y lanzado a una cueva de leones
injustamente o quizá hayan muchos leones a tu alrededor queriéndote devorar,
pero hay una cosa de la que tienes que estar seguro, si tú le sirves a Él, si
tú vives para Él, entonces ÉL CERRARA LA BOCA DE CUANTO LEON SE TE PONGA
ENFRENTE.
Acusadores siempre habrán, gente que critique tu trabajo
también, malos comentario, crítica muy fuerte, personas envidiosas o con celos
de lo que Dios te ha dado o está haciendo en tu vida siempre aparecerán, leones
hambrientos queriéndote devorar, cuevas oscuras que querrán robarte la sonrisa,
pero hay algo que nos protege de todo eso: SU PRESENCIA EN NUESTRA VIDA.
A todos los “jefes principales” y leones que se encuentran a
nuestro alrededor, a todos ellos este día les digo: ¡DIOS CIERRA LAS BOCAS DE
AQUELLOS QUE NOS ACUSAN Y NOS QUIEREN DEVORAR!
Querido hermano, querida hermana, hoy quiero que vuelvas a la
calma, si alguien te esta señalando injustamente, si alguien está lanzando
juicios equivocados hacia tu persona o hacia el trabajo que realizas, mantén la
calma, si vez que sus comentarios te están llevando a la cueva de los leones
para ser devorado o devorada, camina, no pongas resistencia, ve directamente a
la cueva, porque allí encontraras SU PROTECCION.
Aun en cuevas de leones DIOS ESTARA CONTIGO, ve, camina,
porque allí Dios demostrara realmente quien eres para Él, no tengas miedo al
resultado, porque DIOS LEVANTARA TU CABEZA y demostrara todo lo contrario a lo
que de ti dicen.
Mientras Dios se mostrara en tu vida, los que te acusan tendrán
un fin diferente: “Más tarde, el rey mandó que trajeran a quienes habían
acusado a Daniel, y que los echaran a la cueva de los leones, junto con sus
mujeres y sus hijos. ¡Y enseguida los leones los agarraron y les rompieron los
huesos! ¡Antes de que tocaran el suelo, ya los habían despedazado!” Daniel 6:24
(Traducción en lenguaje actual).
Dios hará justicia en tu vida, deja que te acusen lo que
quieran hacerlo, deja que te espíen todo lo que quieran y si es posible deja
que te lleven a esa cueva en donde esperan devorarte, porque allí mismo en ese
lugar en donde ellos creen que será tu final, se demostrara quien es el que
está contigo y Él mismo cerrara todas las bocas que tenga que cerrar.
¡Dios cierra la boca de los leones que te quieren devorar!
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