1 Pedro 2:20-21
Pero ¿Cómo pueden ustedes atribuirse mérito alguno si
soportan que los maltraten por hacer el mal? En cambio, si sufren por hacer el
bien, eso merece elogio delante de Dios. Para esto fueron llamados, porque
Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos.
El sufrimiento es parte de nuestra vida. No es natural y por
ello hacemos todo lo posible para evitarlo. ¿A quién le gusta sufrir? ¡A nadie!
Pero cuando vemos el sufrimiento a través de los ojos de Dios, podemos entender
que el sufrimiento es necesario para transformar y renovar nuestro carácter.
Las pruebas, el maltrato, el sufrimiento, todo esto va dando forma a tus
acciones, reacciones y pensamientos. Si no conocemos a Dios y alguien nos
maltrata, ¿Cómo crees que reaccionarías? Obviamente devolveríamos mal con mal.
Basta con salir a la calle y ver cómo abunda el deseo de venganza en lugar del
amor. Pero Dios nos enseña algo distinto. Nos dice que fuimos llamados para
soportar el maltrato y seguir dando buen testimonio. Nos exhorta a obedecer a
nuestras autoridades y superiores sin importar que sean dignos o que nos traten
bien. Nos enseña que nuestra autoridad principal es Dios y Él ha puesto
cualquier autoridad en la tierra y a Él le agrada que nos sujetemos a ellas.
Ahora, Dios, siendo conocedor de todo, nos advierte que habrá mucha injusticia.
Nos prepara para lo que vendrá y además, nos da dirección: para esto fueron
llamados, Cristo sufrió por ustedes dándoles ejemplo para que sigan sus pasos.
No nos avientan al mundo para tratar de sobrevivir. Dios nos prepara y nos
guía. Lo que nos corresponde hacer es tener fe y confiar en que sus pasos son
mejores que los nuestros. Nos corresponde tomarnos de su amor y llenarnos de su
consuelo para poder soportar todo esto. Piensa en esto por un momento: la
biblia nos dice que no hay mérito o elogio en recibir sufrimiento si recibimos
maltrato por haber hecho el mal. Por el contrario, hay mucho mérito en recibir
maltrato, y continuar haciendo el bien. ¿De qué lado estás? ¿Cómo son tus
reacciones? ¿Eres una persona arrebatada y explosiva? O por el contrario ¿Eres
una persona que no hace nada y guarda todo? ¡Dios no quiere robots como
siervos! Dios quiere corazones que estén dispuestos a entregarse por completo.
Si alguien te maltrata, es normal que te enojes. Es normal que sientas
impotencia. Lo que Dios quiere que hagas es doblar tus rodillas, deshacerte de
tu orgullo y ponerte a orar pidiendo por paz. Ora porque tengas amor para tu
prójimo. Ora para que puedas entender lo que Dios quiere que aprendas. Ora para
que tus actos sean similares a los de Jesús. No ores para que se resuelvan los
problemas. No ores para que no haya injusticias. No ores para que te cambien de
jefe o para que se acabe esto o aquello. ¡No! Dios nos dice que habrá maltrato
en nuestras vidas tal y como lo hubo en la de Jesús. Entonces tenemos dos
opciones: vivir amargados y enojados cada vez que llega una prueba y
atravesamos sufrimiento y maltrato o, vivir pegados al Señor pidiendo que nos
llene de Él para poder dar un testimonio de mérito sin importar lo que estemos
atravesando. ¿Qué vas a hacer? Yo te animo a que te entregues a Dios y camines
sus pasos. Sí, habrá maltrato, pero servirá para moldearte conforme al corazón
de Cristo.
Oración
Señor: te pido perdón por mis pecados. Te pido que pueda dar
un buen testimonio aunque reciba maltratos. Te pido que tenga fe y pueda ser
fuerte para controlar mi cuerpo y mis reacciones pues muchas veces van en
contra de tu ejemplo. Te doy gracias por advertirme de lo que habrá de venir y
te pido que pueda mantenerme en tus pasos en todo momento. Lléname de tu paz,
de tu amor y de tu consuelo para que pueda vivir dando testimonio de Ti. Te lo
pido en el nombre de Jesús. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario