El Gozo del
Amor
“Entonces
María dijo: engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi
Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me
dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas
el Poderoso; Santo es su nombre, y su misericordia es de generación en
generación a los que le temen.” Lucas 1:46-50
El verdadero
gozo de la Navidad está en Jesús, pues solamente en Él podemos encontrar el
verdadero Amor, ese amor que produce un gozo que es espiritual y que viene de
una relación de intimidad con Dios por medio de la fe. (Gálatas 5:22-23).
En María,
aquella joven virgen que tuvo el privilegio de llevar en su vientre al Salvador
de la humanidad, podemos ver el Gozo del Amor, ella nos da ejemplo y nos
muestra la manera de poder experimentar de forma real el gozo que es producido
gracias a tener al verdadero Amor en su vida.
María puede
exaltar en su alma al Señor y regocijarse en su espíritu, porque ella tiene una
relación personal de amor con su Salvador, pensemos en esa relación tan
especial que María tenía con el Hijo de Dios, a quien llevaba en su vientre,
una relación tan profunda como solo la pueden experimentar las madres con sus
bebés mientras ellos crecen dentro de ellas.
Esa relación
con su Salvador, llevó a María a tener una perspectiva correcta de Dios y de
ella, pues vemos cómo en Lucas 1:46-50 ella expresa y reconoce su bajeza, y a
la vez exalta y reconoce la grandeza de Dios al proclamar que Dios es Poderoso,
Santo y Misericordioso.
Si queremos
experimentar el Gozo del Amor, y tener un conocimiento correcto de Dios y una
perspectiva correcta de nosotros mismos debemos seguir el ejemplo de María
recibiendo el regalo de Amor de Dios en nuestras vidas tal y como lo hizo ella
en Lucas 1:38 “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo
conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.” Lo cual se logra por
medio de la fe como dice Lucas 1:45 “bienaventurada la que creyó, porque se
cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor. Oración.
«Espíritu
Santo, gracias porque, así como hiciste con María al creerle al Ángel, has
hecho en mi vida, pues al creer en Jesús me has dado el gozo de tu salvación y
me has ayudado a cultivar esa relación íntima de amor con mi Salvador, lo cual
trae alegría a mi vida. Amén.
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