Esperanza del Amor
“Y lloraban
todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta,
sino que duerme. Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta. Mas él,
tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate. Entonces su espíritu
volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer. Y sus
padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había
sucedido.” Lucas 8:52-56
Para muchas
personas estas festividades se han convertido en sinónimo de tristeza, pues la
soledad, la pérdida de un ser querido, o malas experiencias han marcado sus
vidas de tal manera que el gozo que trae recordar el nacimiento del Salvador ha
desaparecido, pero Dios quiere recordarnos por medio del testimonio de la hija
de Jairo, que nuestra fe y esperanza puestas en Jesús no serán defraudadas.
Aunque la
hija de Jairo había fallecido, y los familiares y conocidos lloraban, como es
normal, por el dolor que trae la pérdida de un ser amado, Jesús interviene y
les dice “No lloréis; no está muerta, sino que duerme”. Jesús interviene en
aquella situación dando palabras de aliento, pues Jairo quien lo había buscado
depositando su fe y confianza en Él, esperaba que el Maestro pudiera ayudarlo,
salvando a su hijita.
La fe y
esperanza de Jairo no fueron defraudadas, pues vemos cómo Jesús realiza un
milagro “Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate.
Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le
diese de comer.”
De la misma
manera, la fe y esperanza del creyente no serán defraudadas, pues Jesús es
quien dice: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
¿Crees esto?” Juan 11:25-26, estas Palabras de Jesús son dadas al igual que se
le dieron a Jairo, para traer fe y esperanza a nuestras vidas.
Por eso es
tan importante compartir el evangelio, pues cuando alguien cree en Jesús, el
Hijo de Dios, quien murió por nuestros pecados, obtiene perdón, salvación y
vida eterna, lo que trae la esperanza de poder estar con nuestros seres amados
que han creído, aun por encima de la muerte, ésta es la esperanza del Amor. Oración.
«Espíritu
Santo, que el mensaje de Amor que trae Cristo, haga que tu esperanza vuelva a
renacer en nuestros corazones, y permita que el gozo de tu salvación nos
renueve. Amén.
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