No pierdas
la esperanza
“Entonces
Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego,
que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no
cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y
adorar a otro dios que su Dios.” Daniel 3:28
Tal vez
algunos hemos escuchado el dicho popular “la esperanza es lo último que se
pierde”, tristemente hoy en día muchas personas han perdido su esperanza y
viven vidas sin sentido ni propósito; pero esto no debe ser así, pues en
realidad el Dios verdadero, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, es un Dios de
esperanza y por medio de su Palabra a lo largo de toda la escritura siempre nos
insta a tener esperanza.
El
testimonio del milagro del horno de fuego relatado en el libro de Daniel nos
enseña una verdad poderosa para mantener la esperanza aun en las circunstancias
más difíciles: la fe; pues la fe depositada en la persona correcta: Jesucristo,
no defrauda la esperanza, pues esta viene de las promesas dadas por Dios, que
aun, sobrepasan esta vida terrenal.
Sadrac,
Mesac y Abed-nego, jóvenes que vivieron bajo el imperio babilónico, decidieron
permanecer fieles a sus convicciones porque su fe estaba depositada en el Dios
de sus padres, y sabían que así como a sus antepasados los había librado con
mano poderosa de la fuerza y del poder del faraón así también los podría librar
de la mano del rey Nabucodonosor.
La fe de
estos jóvenes les ayudó a mantener su esperanza, y al final esta esperanza fue
testimonio aun al que había ordenado arrojarlos al horno de fuego, pues al ver
este milagro termina bendiciendo al Dios de los amigos de Daniel. (Daniel 3:28)
En cualquier
situación difícil que tengamos que atravesar podemos recurrir a nuestro Dios,
colocando nuestra fe en Él, pues esto traerá esperanza a nuestra vida y con
ella valor y firmeza para afrontar las circunstancias, recordemos que el Salmo
27:13-14 dice: “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de
Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese
tu corazón; sí, espera a Jehová.” Oración.
«Señor Jesús
gracias porque en ti encuentro mi esperanza, gracias porque siempre me alientas
con tu palabra y me traes certeza y convicción. Úsame con la ayuda de tu Santo
Espíritu como un instrumento de tu amor para alentar a otros a confiar en Ti, y
así puedas traer esperanza a sus vidas. Amén.
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