Un pacto de amor
“Las muchas
aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre
todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían.”
Cantares 8:7.
Llegamos al
final de la serie de devocionales basados en el libro Cantar de los cantares de
Salomón. Este poema, como hemos señalado antes, dignifica el amor verdadero
entre un hombre y una mujer unidos en matrimonio. El esposo ve a su esposa como
un dechado de virtudes, suele llamarla «hermosa», «amiga mía», «perfecta mía»,
«paloma mía». De la misma forma, él está muy bien correspondido; su esposa, a
pesar de las muchas dificultades que enfrenta, no duda en exaltarle y
recordarle al mundo entero que él es el hombre de su vida «…yo soy de mi amado
y mi amado es mío».
Sin lugar a
dudas este derroche de amor y entrega mutua representan la relación de
Jesucristo y su iglesia (nosotros) y debe marcar nuestro diario caminar con
nuestro Salvador. En la misma medida nos señala cómo debe ser nuestra relación
de pareja y nos recuerda que el matrimonio es un pacto sagrado entre un hombre,
una mujer y Dios. Como esposo, ¿estoy dignificando a mi esposa?, ¿la hago
sentir como la mujer más hermosa y especial de toda la tierra? Y como esposa,
¿estoy honrando a mi esposo?, ¿él se siente respetado, admirado y único?,
¿somos realmente amigos?
De la
relación que cultivemos, primeramente con Dios y en segundo lugar con nuestro
cónyuge, dependerán los frutos que recojamos en nuestro hogar y las bases de
las que se sostendrá la familia. El amor y el tiempo de calidad que le
dediquemos a Dios, a nuestra pareja y a nuestros hijos no se pueden negociar ni
traicionar, porque son las posesiones más valiosas que alguien puede tener en
la vida. Este es el pacto de amor que las muchas aguas (las pruebas y
dificultades) no podrán apagar jamás. Oración.
«Señor
Jesucristo, tú lo diste todo por mí en esa cruz; el precio de mi vida fue tu
sangre y ahora quiero corresponderte del mismo modo viviendo para ti. Que tu
amor permanezca en mí y se extienda a mi familia, llenando nuestras vidas y que
por encima de este amor no haya nada ni nadie. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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