Orar para
triunfar
“Cuando oí
estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré
delante del Dios de los cielos. “Nehemías 1:4.
En el
devocional previo, vimos cómo Nehemías, pese a tener un gran estatus social y
estar en una posición privilegiada en la corte del rey de Persia, antepuso por
encima de todo otro reino: el eterno; haciendo suyos los proyectos de Dios,
preocupándose por ellos, orando y trabajando sin tregua por conseguirlos hasta
lograr el éxito.
Después de
enterarse de cuán mal estaban los judíos que regresaron a Jerusalén y que los
muros y las puertas de la ciudad estaban destruidos, Nehemías se sentó, lloró e
hizo duelo por algunos días; también ayunó y oró. Sabía que una ciudad sin
muros y sin puertas era una ciudad desprotegida, una presa fácil para los
enemigos. ¿Qué necesitaba para reconstruirlos? ¿Cómo un copero del rey podría
liderar semejante obra de ingeniería? Quizá fueron las preguntas que se planteó
en esos días de lamento y meditación.
En la
oración de Nehemías que se encuentran en los versículos ulteriores al versículo
clave de hoy (vs 5-11), vemos algunas características que denotan:
1.
Reverencia completa al “Dios de los cielos” (vs 5)
2. Humildad,
sumisión y perseverancia (vs 6)
3.
Conciencia de pecado y arrepentimiento del mismo (vs 7)
4.
Conocimiento profundo de quién es Dios y de sus promesas (vs 8 y 9)
Concluye con
una petición específica: “Concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia
delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.” (Nehemías 1: 11).
Esto demuestra que Nehemías no solo oraba en espíritu, sino con inteligencia y
diligencia; había elaborado un plan y una estrategia para conseguir su objetivo
y Dios lo capacitaría sobrenaturalmente para lograrlo con creces.
¿Estamos
anteponiendo el reino de Dios al sistema de valores de este mundo? ¿Oramos en
espíritu y con inteligencia? ¿Creemos que Dios nos capacitará, aunque no
estemos preparados? Oración.
«Señor Jesucristo,
ayúdame a ser más intencional en mis oraciones diarias, por las cosas eternas
que tienen que ver con tu reino; quiero involucrarme completamente en tus
proyectos, hacerlos míos, tener éxito y reverenciar tu nombre. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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