Hará grandes cosas a través de nosotros
«Y he aquí
un profeta vino a Acab rey de Israel, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿Has
visto esta gran multitud? He aquí yo te la entregaré hoy en tu mano, para que
conozcas que yo soy Jehová. Y respondió Acab: ¿Por mano de quién? Él dijo: Así
ha dicho Jehová: Por mano de los siervos de los príncipes de las provincias. Y
dijo Acab: ¿Quién comenzará la batalla? Y él respondió: Tú.» 1 Reyes 20:13-14
«De cierto,
de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará
también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre.» Juan 14:12
Acab fue un
rey con altos y bajos, no fue conforme al corazón de Dios. Debe comenzar una
batalla contra Siria, recibiendo la confirmación de Dios. Sin embargo, él
pregunta:» ¿Y por mano de quién?». Es desilusionante la respuesta de Acab
cuando él era el instrumento que Dios iba a usar. El profeta le dice: «Por mano
de los siervos de los príncipes de las provincias». Y vuelve Acab y da una
respuesta desacertada:» ¿Quién comenzará la batalla? Y Él respondió: Tú».
A veces
empezamos a buscar ayuda como Acab. Dios tiene la respuesta al problema que
estamos enfrentando. Pero no le creemos y esperamos que otros tomen la
iniciativa, debe ser al contrario, como hijos de Dios y siervos, debemos asumir
la responsabilidad, somos reyes y sacerdotes como dice Apocalipsis 1:6 «y nos hizo
reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los
siglos de los siglos. Amén». Dios le había dado una promesa a Acab «He aquí yo
te la entregaré hoy en tu mano, para que conozcas que yo soy Jehová».
Sin embargo,
nos falta el empuje interno como creyentes, para entender todo lo que podemos
hacer en el nombre de Jesús. Tenemos que poner en práctica las promesas de
Dios, esto es tomar la iniciativa. Una de las más duras batallas que debemos
vencer es la inseguridad, el temor, el miedo al futuro. Dios tiene grandes
bendiciones para los que se arriesgan a creerle. La pregunta es: ¿Quién
comenzará la batalla? Nosotros. Oración.
«Señor,
gracias por revestirnos de gloria y poder por medio de tu Santo Espíritu,
gracias porque en tu Nombre haremos grandes cosas. Nos has hecho reyes y
sacerdotes y con esta doble función, tenemos la autoridad para apropiarnos de
tus promesas y hacer lo que tú nos pidas. Quita de nosotros la inseguridad y
permite que actuemos como instrumentos tuyos frente a las circunstancias de la
vida. Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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