LA LIBERTAD DE SU PALABRA
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados
de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner
en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y
enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la
sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta
Escritura delante de vosotros. Lucas 4:18-21
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo
libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. Gálatas 5:1
Sin Cristo en nuestro corazón estamos cautivos y oprimidos.
Pues vino a liberarnos radicalmente, sólo Él tiene el poder para hacerlo en
verdad (Juan 8:36). Pues fácilmente muchas cosas nos pueden hacer esclavos,
pero estando en Cristo, no dejaremos que nada nos domine, (1 Corintios 6:12).
La herramienta principal que tenemos para experimentar esa libertad es su
Palabra, porque podemos andar con toda libertad si seguimos y cumplimos sus
enseñanzas. (Salmos 119:45).
Esta fue su misión, traer a nosotros libertad por medio de
su preciosa sangre, y traer en sí mismo la verdad, para que, creyendo en Él,
dejáramos de estar cautivos de nuestros propios deseos, del pecado y de las
mentiras que hay en el mundo, los cuales conllevan a la muerte.
Nuestra firmeza en la vida está en que guardemos su Palabra;
cada enseñanza es una llave para sacarnos de algún encierro en que se encuentre
nuestra mente, cada principio que ponemos en práctica nos saca de la oscuridad
a la luz verdadera.
Gocemos de esta libertad, que fue conseguida con el
sufrimiento del hijo de Dios, andando guiados por su Espíritu, pues donde está
el Espíritu de Dios allí hay libertad. No vivamos oprimidos, ni cautivos, ni
esclavos del pecado, sino más bien sirviéndonos unos a otros con amor, pues
cuanto más amor crezca en nosotros más libertad experimentamos (Gálatas 5:13, 1
Juan 4:18). Oración.
Padre, en el nombre de Jesús, que tu gran amor crezca cada
día más en mí, para vivir con toda libertad, siguiendo tus enseñanzas, que me
hacen verdaderamente libre. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario