CAMINAR EN EL PODER DE LA RESURRECCIÓN
“Más el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis
vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está
aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el
Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y
he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he
dicho”, Mateo: 28:5-7
Muchos escépticos pretenden sostener que la resurrección de
Jesús se ha de demostrar, pero entonces ¿de qué nos serviría la fe? Algo que se
demuestre no necesita de la fe. Pablo les dice a los corintios “Y si Cristo no
ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también vuestra
fe”. (1 Co 15:14). Pablo mostró la importancia de la resurrección de
Jesucristo, fue su tema poderoso de predicación, pues Jesús regresó de entre
los muertos, es el primero en resucitar. Es el único que ha resucitado con un
cuerpo eterno y glorioso.
La biblia dice que más de quinientas personas vieron a
Cristo resucitado. Esto implica que, cuando se escribieron estos relatos, la
mayoría de los individuos que presenciaron la resurrección, aún estarían vivos
y podían testificar la veracidad o falsedad de los hechos. Con todo, no se sabe
de ningún testigo que intentara desmentir la predicación acerca de la
resurrección de Jesús.
La resurrección significa la victoria de Jesús sobre el
pecado y la redención para el pecador. El pecado entró al mundo por la
desobediencia de Adán y las consecuencias de dicho pecado, tales como la
maldición, enfermedades y la muerte, han sido por siglos nuestra herencia y de
lo cual Cristo nos redimió.
Ahora nos corresponde vivir y caminar en el poder de la
resurrección, esto es estar listo para morir a la carne, a la autosuficiencia,
a la vida egoísta, crucificando el “yo”. Es llevar una vida en santidad, en
obediencia a sus mandamientos y dejando el pecado atrás. Él dijo sed santos
porque yo soy santo.
“Cristo vive”, es una de las declaraciones básicas de
nuestra fe. Pero Él quiere vivir en el corazón de nosotros, por tanto, celebra
que Cristo salió vivo de la tumba, y dale la bienvenida a tu corazón. Oración.
"Cristo Amado, qué maravillosa victoria nos dejaste en
el poder de tu resurrección. Quiero morir a mi naturaleza pecaminosa y
egocéntrica para vivir una vida en santidad, en obediencia, dejando el pecado
atrás, ser de agrado a tus ojos y celebrar que tú vives, y vives en mi corazón.
Te amo Señor, amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario