DIOS EDIFICA MI CASA
Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la
edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. Por demás
es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de
dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño. He aquí, herencia de Jehová
son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del
valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre
que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado cuando hablare con los
enemigos en la puerta. Salmo 127: 1-5
El hecho de convertirse en papá y mamá es algo que
aparentemente es muy sencillo y natural, pero es necesario mirar a nuestro
alrededor para darnos cuenta que no se puede seguir educando a los hijos bajo
los parámetros modernos de lo que es un hogar; debemos añadirle ese toque tan
importante que nuestro Padre Dios quiere que agreguemos a las costumbres
familiares y es que nuestros corazones deben dejar de ser estériles y
alimentarnos de la Palabra de Dios para dar fruto y fruto en abundancia.
Todo comienza con el conocimiento y la obediencia a la
Palabra de Dios y no toda la responsabilidad debe girar en torno a los hijos,
sino además alrededor de los padres, quienes deben darle un buen ejemplo al
hijo.
Dios desafía a los padres de todo el mundo a reconsiderar el
modelo “moderno” de familia, para integrar su Palabra al hogar como eje de un
nuevo escenario familiar y social.
Entonces surge la pregunta: ¿qué tipo de padres deben ser
para que Jehová edifique nuestra casa? Y la respuesta es: el modelo que Dios
pone ante nuestros ojos es el de ser padres consagrados a Dios en obediencia a
su Palabra, pues esos padres son instrumento a través de los cuales Dios
edificará a la nueva generación que llevará libertad espiritual y transformará
al mundo.
Dios edificará nuestra casa si nosotros ponemos nuestra
buena disposición para ser el medio con el que Él transforme a nuestra
familia. Oración.
Dios Todopoderoso y Eterno, hoy disponemos nuestra vida para
que tú la transformes y la utilices. Dejamos atrás todo aquello que hasta ahora
conocíamos y considerábamos de valor pues reconocemos que sólo tu Señor tienes
el poder para salvar y bendecir, te suplicamos que bendigas nuestra casa para que
siempre habitemos en tu presencia. Para que todas las familias del mundo sean
edificadas conforme a tu voluntad. En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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