GOZO EN MEDIO DE LA PRUEBA
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha
sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto
sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la
revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.”, 1 Pedro 4: 12-13
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en
diversas pruebas”, Santiago 1:2
No suenan lógicas estas palabras, que tenga gozo cuando
estoy pasando pruebas. ¿Quién podría mantener una actitud de gozo en una
situación difícil? Si lo primero que hacemos es lamentarnos y nos parece que
nadie hubiera vivido algo tan terrible como lo que estamos pasando.
Pedro escribe a los cristianos del primer siglo, quienes se
estaban acercando a la gran persecución, que prontamente se desataría durante
el reinado de Nerón. Nerón ya había comenzado la persecución de los creyentes
en Roma, persecución que se estaba extendiendo a través de todo el imperio y
Pedro les advierte lo que iban a sufrir y sufrir hasta convertirse en mártires.
Ahora podemos entender que nosotros no llegaremos a ser
mártires, pero en este mundo tendremos que enfrentarnos al sufrimiento y aunque
todo problema nos cause un golpe mordaz, la Biblia nos manda que nos alegremos,
pues las pruebas por las cuales estamos pasando son los escenarios perfectos
para que la gloria de Cristo nos sea revelada, y por medio de ello seamos
afirmados en el reino de los cielos.
El desafío del cristiano será entonces entender cómo por
medio de la prueba hay una oportunidad de ser bendecido con multitud de
riquezas espirituales, y esto solo se logra cuando fijamos nuestra mirada en
Cristo, quien nos da la fuerza para seguir avanzando; aquel quien con
antelación nos hizo más que vencedores, pues Dios no permitirá que la prueba
venga si no es con un propósito divino.
Lo cierto es que la prueba no es un castigo de Dios. Él dice
que existe una buena razón para probarnos. Pablo dijo: “Y sabemos que a los que
aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a
su propósito son llamados” (Romanos 8:28). Cuando las presiones de la prueba se
sienten sobre nosotros, y somos colocados en los ímpetus de la adversidad, la
tragedia y el sufrimiento, debe florecer la actitud de la fe, la absoluta
confianza de que Dios lo ha permitido con un buen propósito, un objetivo
elevado y noble para nosotros. Dios está actuando y produciendo algo para bien
en nuestras vidas. Oración.
"Amado Dios, tal vez me sea difícil entender, cómo por
medio de una prueba seré bendecido, pero así son tus designios divinos, y mi
parte debe ser siempre esperar lo mejor. Entiendo que las pruebas son el
escenario perfecto para ser bendecido en gran manera, son tus planes para
llevarme a un nivel más alto. Gracias Señor, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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