CAMBIANDO AL MUNDO. Dios le ha dado un modo de ejercer
influencia, de ser un verdadero socio en la obra de su reino si es que
realmente quiere serlo. Es verdad que a lo largo de los siglos ha habido santos
intercesores excepcionales; de ninguna manera queremos olvidarnos de ellos o
pasar por alto el tremendo papel que jugaron en cambiar la historia mediante la
oración. Gracias a Dios por Santiago, el medio hermano de Jesús, que pasó los
últimos años de su vida orando por las iglesias que Dios estaba levantando. Una
vez muerto, cuando fueron a enterrarlo, descubrieron que tenía las rodillas tan
encallecidas por las horas y horas de oración que parecían casi las de un
camello; de modo que llegó a conocérsele como "Rodillas de Camello".
Gracias a Dios por Savonarola, quien trajo un avivamiento a la corrupta Italia
del siglo 15 por medio de la intercesión...; o por Brainerd, misionero entre
los indios americanos, y por su vida de oración y de lágrimas...; o por John
Hyde, misionero en la India y quizá uno de los guerreros intercesores más
grandes de este siglo. Pero Dios no depende únicamente de unos pocos santos
incondicionales, sino que ha proyectado que cristianos comunes y corrientes
como usted y como yo lleguemos a ser poderosos intercesores para la bendición y
salvación de la gente y la siega de Cristo entre las naciones hoy. No hay razón
en absoluto por la cual no pueda usted llegar a ser lo suficientemente estable
en su vida personal de oración como para que Cristo cuente con su colaboración
en la edificación de su iglesia y en el avance de su reino en muchas partes del
mundo. Por medio de la oración diaria normal, y comenzando por su propia
familia, su iglesia y su comunidad, usted puede jugar un papel importante en
cambiar las cosas incluso en tierras lejanas. Dios ha utilizado a personas como
usted y como yo vez tras vez, para que le ayudaran a satisfacer necesidades
urgentes y especiales en un determinado día u ocasión. Cuando El llama a
alguien para desempeñar ese papel extraordinario y temporal, por lo general
selecciona a uno de sus hijos que haya estado orando de modo fiel y constante.
Para formar parte del ejército de intercesores de Dios usted no necesita pasar
todos los días horas enteras en oración. Gracias al Señor por aquellos que
pueden orar de esa manera, y lo hacen;
pero Él sabe las limitaciones dé su situación personal, su horario, sus
responsabilidades en el hogar y en el trabajo, etcétera. El plan de Dios quiere
añadir una dimensión completamente nueva a la vida de oración del creyente. Ya
sea usted un director de empresa o un ama de casa, trabaje en una fábrica o
estudie, sea laico o ministro del evangelio. . . Dios desea que comience una
nueva, emocionante, y más eficaz, vida de oración. No pretendo poseer ninguna fórmula
mágica capaz de transformarlo en un gigante espiritual de la noche a la mañana;
pero sí quiero señalarle las posibilidades de este simple plan como se esboza
en la Biblia. Usted puede tener poder y eficacia nuevos en la oración; jugaron
papel importante en el plan de Cristo; ser el intercesor que Dios quiere que
sea... Si tal es su deseo, puede. ¿Quiere intentarlo?
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