La Oración mueve Montañas. Daniel 9
La oración no solo es para pedir, a través de ella podemos
entrar a la presencia de Dios. Y mover las fuerzas sobrenaturales. Daniel lo
sabía muy bien. Él era un hombre muy ocupado pero a pesar de todo lo que él
tenía que hacer siempre mantenía su costumbre de orar tres veces al día. Daniel
6: 10 “Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y
abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba
tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía
hacer antes.”
Cuando Daniel tenia decisiones importantes que tomar nunca
las tomaba solo, reunía a sus amigos para orar con ellos. Daniel 2: 17- 18
“Luego se fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y
Azarías, sus compañeros, 2:18 para que
pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, a fin de que
Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros sabios de Babilonia.”
Jesús también era un hombre de mucha fama, vivía muy ocupado
pero nunca dejaba que sus ocupaciones le quitaran tiempo para estar en oración
con su padre Jehová. Lucas 5: 15- 16 “Pero su fama se extendía más y más; y se
reunía mucha gente para oírle, y para que les sanase de sus enfermedades. 5:16 Mas él se apartaba a lugares desiertos, y
oraba.”
La oración es hablar, eso es verdad pero hablar no con
cualquier persona, es hablar con el Rey de reyes. Por lo tanto ese hablar no
puede ser de cualquier manera.
Daniel se enteró de algo terrible que le iba a suceder a su
pueblo. V 2 “en el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los
libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que
habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años.” por lo
tanto que cree que fue lo primero que hizo…..sí. Orar. Él era un hombre de
oración. V 3 “Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego,
en ayuno, cilicio y ceniza.”
Una buena oración no solo debe ser para exigir, de lo
contrario solo se convertiría en un pliego de peticiones. Estilo huelga en
contra del gobierno.
Veamos qué cosas contenía la oración de Daniel por lo cual
fue tan efectiva:
1. Confesión: V 4 “Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión
diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto
y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos;”
2. Aceptar que somos culpables: muchas veces confesamos
nuestros pecados pero nos justificamos, siempre buscamos una excusa para quedar
como las víctimas. V 5 “hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho
impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y
de tus ordenanzas.” Cuando tenemos problemas en la casa hacemos lo mismo… “es
que yo lo golpeé porque usted me contesto” reconocer un error nos hace corregir
lo malo que hacemos.
3. Reconocer que no hemos escuchado la voz de Dios. V 6, 10
“No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a
nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de
la tierra; y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus
leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.”
4. Reconocer que Dios siempre tiene la razón y que los
equivocados somos nosotros. V 7 “Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la
confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los
moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas
las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron
contra ti.”
5. Clamar por misericordia. V 9 “De Jehová nuestro Dios es el
tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado,”
6. Reconocer que lo que estamos pasando es nuestra culpa. V
16 “Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y
tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de
nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son
el oprobio de todos en derredor nuestro.”
7. Pedir que vuelva la presencia de Dios a nuestra vida. V 17
“Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que
tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor del Señor.” La
presencia de Dios en nosotros es lo que sana, restaura o hace milagros.
8. Reconocer que Dios hace milagros por amor de sí mismo, no
porque nosotros lo merezcamos. O porque lo podamos obligar a través de gritos o
reclamos. V 19 “Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no
tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu
ciudad y sobre tu pueblo.”
Más se demoró Daniel en orar con todo su corazón que Dios le
envió la respuesta. V 21 “aún estaba hablando en oración, cuando el varón
Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino
a mí como a la hora del sacrificio de la tarde.”
La solución desde un principio y por siempre es Jesucristo. V
24 “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad,
para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad,
para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al
Santo de los santos.” Gracias Señor
Jesucristo porque esta profecía se cumplió con tu muerte en la Cruz y tu resurrección
por nuestros pecados
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