NO PAGAR DEUDAS ES PECADO. “El impío toma prestado y no paga” Salmo 37:
21.
La Biblia nos enseña a cubrir las deudas, a regresar lo
prestado, debemos pagar nuestras deudas aunque no tengamos los recursos para
hacerlo y si no tenemos el dinero, debemos pedir a Dios provisión para cubrir
nuestras deudas.
Porque el no regresar a otro el dinero que le pedimos
prestado es despojarlo del dinero que le pertenece, y eso es un robo.
Porque el robo es un pecado vemos en la Biblia la insistencia
de cubrir las deudas.
“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque
el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
Porque: No
adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás,
y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.
El amor no hace mal al
prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.” Romanos 13: 8 – 10.
No pagar deudas y morir sin cubrirlas, es morir en pecado e
ir al infierno, aún y cuando hayas alguna vez creído en Jesús y nacido de
nuevo, porque Jesús establece que otro requisito para entrar al cielo es
mantenerse en obediencia a Dios.
(Romanos 13: 7 – 8).
Cristianos que contraen deudas y no las pagan, no le dan importancia a
devolver el dinero que no es suyo y se lo quedan (lo cual es un robo). El no
tener dinero no elimina el pecado, no cubre la deuda, si llega la muerte y se
cierra el expediente con una deuda con un dinero no repuesto (con un robo), es
un pecado no arrepentido.
Y cómo podría perdonar Dios a alguien que no se arrepiente de
su pecado de robo, de no pagar una deuda?
Dios no perdona a quién no admite su culpabilidad y no
muestra remordimiento de su pecado y no muestra genuino arrepentimiento que
incluye una demostración práctica de devolver el dinero que tomó prestado.
Si tiene deudas cúbralas, si no tiene dinero para
hacerlo, pídale ayuda a Dios para
cubrirlas. El que el cristiano no tenga
dinero para cubrir deudas no elimina la obligación de cubrirlas.
Si como cristiano nacido de nuevo, pediste dinero prestado,
tienes deudas de dinero y estás postergando el reponer lo que tomaste prestado,
si ya se pasó el tiempo en que te comprometiste a regresar el dinero, estás en
falta. Si ya pasó el tiempo en que prometiste reponer lo prestado, estás
incurriendo ya en un robo, tomaste algo prestado y no lo regresaste.
Si mueres de repente, en esa condición, con tu pecado de
robo, mueres sin arrepentimiento de pecado, sin admitir tu culpabilidad y Dios
no te puede perdonar cuando mueres en pecado no arrepentido, no confesado y en
el caso de las deudas monetarias, la evidencia de arrepentimiento genuino es
que repongas el dinero que tomaste prestado, si te llega la muerte en tu pecado
de robo por no pagar lo prestado, Dios no te puede perdonar y vas al infierno.
Aunque le digas en aquél día a Jesús, que hiciste cosas en su
nombre, porque te puede decir que no todo el que le dice Señor entra al cielo
sino el que obedece al Padre Celestial, y obedecer a Dios Padre es no robar al
prójimo, amar al prójimo como a uno mismo y eso implica el regresar el dinero
que le tomaste prestado. (Mateo 7: 21 -23).
Vemos la historia de cómo Eliseo ayudó a que la viuda
cubriera las deudas que tenía con sus acreedores cuando Dios le multiplica el
aceite a la viuda para venderlo y pagar sus deudas. (2 Reyes 4: 1 – 7).
Vemos otro caso en el que Eliseo mediante el poder de Dios
ayudó a un muchacho que perdió un hacha que era prestada, la cabeza de hierro
del hacha cayó al río y el muchacho se preocupó pues el hacha era prestada,
Eliseo hizo flotar el hierro en el agua, para) que el muchacho pudiera luego
regresar el hacha prestada. (2 Reyes 6: 1 – 7)
Cuando el cristiano pone su prioridad en Dios en confiar en
él y en preocuparse por reponer lo prestado, por cubrir sus deudas, Dios tiene
los medios para hacerlo.
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