Salmos.7.v9-13 Dios "prueba la mente y el corazón".
No hay nada oculto para Dios. Esto puede aterrarnos o consolarnos. Nuestros
sentimientos son un libro abierto para El. Debido a que conoce hasta nuestras
motivaciones, no tenemos dónde escondernos, ni manera de escapar de las
consecuencias del pecado. Pero ese mismo conocimiento también nos da un gran
consuelo. No tenemos que impresionar a Dios ni disimular la verdad. En vez de
eso, podemos confiar en que Él nos ayudará a fortalecer nuestras debilidades particulares
para poder servirle como Él lo ha planeado. Si verdaderamente buscamos
seguirlo, nuestro esfuerzo será recompensado.
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