Esta reflexión nos muestra que esperar con miedo no es una
opción. En estos tiempos difíciles no debemos apartarnos de Dios sino buscar la
respuesta en él.
orar con fe
Salmos 23:4 (RVR1960)
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Salmos 27:1(RVR1995)
Jehová es mi luz y mi salvación
Salmo de David
27 Jehová es mi luz y mi salvación,
¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida,
¿de quién he de atemorizarme?
Salmos 118:6 (RVR1995)
6 Jehová está conmigo; no temeré
lo que me pueda hacer el hombre.
2 Timoteo 1:7 (TLA)
7 Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al
contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos
vivir una buena vida cristiana.
Salmos 115:11 (NBD)
11 Los que temen al Señor, confíen en él;
él es su ayuda y su escudo.
Salmos 103:17 (NBD)
17 Pero el amor del Señor es eterno
y siempre está con los que le temen;
su justicia está con los hijos de sus hijos,
Salmos 112:1 (NBLH)
Prosperidad del que Teme al Señor
112 ¡Aleluya!
Cuán bienaventurado es el hombre que teme al Señor,
Que mucho se deleita en Sus mandamientos.
Deuteronomio 31:6 (RVR1995)
6 ¡Esforzaos y cobrad ánimo! No temáis ni tengáis miedo de
ellos, porque Jehová, tu Dios, es el que va contigo; no te dejará, ni te
desamparará.»
1 Crónicas 28:20 (RVR1960)
20 Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate,
y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará
contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para
el servicio de la casa de Jehová.
Salmos 56:3-4 (DHH)
3 (4) Cuando tengo miedo, confío en ti.
4 (5) Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?
Isaías 41:10 (NBD)
10 Así que no temas, porque yo estoy contigo;
no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré;
te sostendré con mi diestra victoriosa.
Isaías 54:4 (RVR1960)
4 No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences,
porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu
juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.
Romanos 8:15 (DHH)
15 Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud que
los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que los hace hijos de Dios.
Por este Espíritu nos dirigimos a Dios, diciendo: «¡Abbá! ¡Padre!»
Hebreos 13:5-6 (RVR1960)
5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que
tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
6 de manera que podemos decir confiadamente:
El Señor es mi ayudador; no temeré
Lo que me pueda hacer el hombre.
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