AFRENTAR A LAS AUTORIDADES
Tener el rostro endurecido nos habla de perder temor a las
autoridades, cuando un hijo les pierde el respeto a sus padres y los
afrenta, o los avergüenza o se rebela contra ellos ha endurecido el rostro.
Muchas veces le preguntamos a Dios acerca de cuál es su voluntad
en algunas áreas de nuestra vida, y esperamos que la respuesta de Dios sea
audible y estereofónica para obedecerla, o tan siquiera que baje un ángel a
hablarnos. Sin pensar que Dios muchas veces nos habla por medio de
nuestras autoridades, es decir por los padres, apóstoles, pastores, esposos,
jefes de trabajo, etc.
Al ignorar esto nos rebelamos a las autoridades, ignorando
que es Dios quien nos está orientando por medios de estos vasos. El
afrentar una autoridad, murmurar de ella es haber dado lugar a la dureza de
rostro.
LA DUREZA DEL CORAZÓN
Sal 81:11-12 11Pero mi pueblo no oyó mi voz, E Israel no me
quiso a mí. 12Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus
propios consejos.
Mcs.3:4-5 4Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo*
hacer bien, o hacer mal; ¿salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.
5Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus
corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue
restaurada sana.
Cuando la Biblia habla de dureza de corazón se refiere a la
incredulidad, a cerrarse a la esperanza y amor
LA INCREDULIDAD
La dureza de corazón es cerrarse a la Palabra de Dios, oír,
pero no creerla, y eso es lo que le sucedió a Israel, Jesús les dijo mi palabra
no tiene cabida en vosotros, recordemos que no nos hemos acercado a un ídolo,
los ídolos tienen boca, pero no hablan, pero nuestro Dioses real y verdadero,
tiene boca y habla. Por lo cual merece que cuando hable se le atienda y se le
crea, Heb. 3:12 12Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón
malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo.
La incredulidad endurece el corazón a tal grado que perdemos
la bendición preparada para nosotros, debemos creer en las promesas de Dios, y
descansar en sus promesas, Mt.15:58 58Y no hizo allí muchos milagros, a causa
de la incredulidad de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario