La Dureza
Debemos tener en cuenta que cuando una persona ha nacido de
nuevo debe mantener una comunión íntima con el Señor, y mantener un nivel de
sensibilidad, de tal manera que pueda percibir la voz de Dios, y ser guiado por
el Espíritu Santo. Sin embargo, cuando alguien vive dentro de la nueva vida,
puede vivir una vida religiosa, rutinaria, vacía, desordenada, sin comunión
íntima con Dios, solamente social, etc. y así dar lugar al endurecimiento de su
ser, esto es peligroso porque por la dureza, el hombre puede perder bendiciones
preciosas que solo con un corazón sensible puede alcanzar. Estudiemos en este
momento las diferentes formas de dureza que la Biblia a través de sus páginas
nos narra.
LA DUREZA DE CERVIZ
Jer. 17:23 23Pero ellos no oyeron, ni inclinaron su oído,
sino endurecieron su cerviz para no oír, ni recibir corrección.
Tener la cerviz endurecida nos habla de mantener una postura
rígida en nuestras decisiones, opiniones, pensamiento, y resoluciones. No se
posee capacidad de ver otras opciones más que las propias, es decir habla de la
obstinación de los hombres.
Cuando vemos la historia de Caín, nos sorprende ver a Dios,
que a pesar de desaprobar a Caín y su ofrenda se acerca para explicarle la
razón de tal desaprobación. Esto nos habla de la misericordia de Dios, que
quiere que todos los hombres procedamos al arrepentimiento y conversión. Y a
pesar de andar en la carne siempre habla a tiempo para reargüirnos.
Sin embargo, la reacción de Caín es más sorprendente,
cualquiera pensaría que, ante tal explicación del mismo Dios, Caín iba a
abandonar el error de su camino. Pero vemos que endurece en el altar la cerviz,
ya que ni el consejo de Dios, ni su explicación lo hizo cambiar de actitud,
sino en la dureza de su nuca no vio más que la alternativa que en su mente
llevaba, y salió de la presencia de Dios para matar a su hermano.
Que obstinado, sale de un culto para matar, sale de oír la
voz de Dios para pecar, así hoy hay mucha gente que su dureza de cerviz es tan
grande que salen de los cultos, y de oír la voz de Dios por dones, o por la
predicación de la Palabra; pero no cambia su situación espiritual, porque no
pueden voltear a ver la opción que Dios les ofrece, y no pueden perdonar, ya
que sus argumentos son más fuertes que los de Dios, y no pueden cambiar los
paradigmas religiosos, pues su tradición es más grande que la Palabra de Dios.
Así muchos hombres en su obstinación como el pródigo se
revelan a la mesa del Padre, a la presencia del Padre, a los siervos del Padre,
a la casa del Padre y se van a aventurar tras su criterio cegado por la
rebelión, ya nadie puede cambiar sus decisiones, ni el consejo de Dios mucho
menos el pastoral, ni el de un familiar, o hermano en la fe; etc. Pues han
endurecido la cerviz. Y note son hijos de Dios.
Lo mismo acaeció a Israel pidiendo un rey, pese a que Dios
les advirtió por boca profética, que lo que pedían era contrario a la voluntad
de Dios y por ende les iba a ocasionar problemas terribles, a tal grado que
Israel al final sufrió una humillante derrota ante el ejército de los
filisteos, donde murió Saúl y toda su casa, con miles de judíos muertos a causa
de haber pedido rey sobre Israel. Pero la advertencia de Samuel ya no fue
escuchada por haber dado lugar a la dureza de CERVIZ.
Que el Señor nos guarde de querer andar en nuestros propios
caminos, decisiones, doctrina, pensamientos, consejo, parecer, argumentos,
querer. Y que tengamos la capacidad de oír la voz de Dios, y atenderla.
Sabiendo que todo lo que Él dice es verdad y bendición para nuestras vidas.
Prov. 29:1 1 El hombre que reprendido endurece la cerviz, De
repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario