Otra C de
Cristo: la cruz
“Porque la
palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan,
esto es, a nosotros, es poder de Dios” 1 Corintios 1:18.
“Jesús le
dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por
mí” Juan 14:6.
“Mas Dios
muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros” Romanos 5:8.
Gracias a la
obra de Cristo en la cruz se abre el camino para conocer al Padre, Jesús mismo
nos dice que Él es el camino, por eso, para poder conocer, corresponder y
compartir el amor de Dios, es necesario conocer la obra de Cristo en la cruz,
pues ahí podemos ver reflejado todo el amor de Dios (Juan 14:6; Romanos 5:8).
La obra de
Cristo es la que nos permite tener acceso al Padre, pues en la cruz Jesús
satisfizo la justicia de Dios, pagando la deuda que nosotros los pecadores
teníamos con Dios por causa del pecado, como declara 2 Corintios 5:21 “Al que
no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él” y como dice 1 Pedro 3:18 “Porque también Cristo
padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos
a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”.
Así que
gracias a la obra de Cristo podemos depositar nuestra fe en Él para ser
justificados y poder acercarnos confiadamente al Padre (Romanos 3:21-26; hebreos
4:14-16). Ahora bien, la manera que Dios ha establecido para que las personas
conozcan estas verdades y sean salvas es por medio de la predicación como lo
manifiesta 1 Corintios 1:21 “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no
conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por
la locura de la predicación”, de ahí la importancia del mensaje del evangelio,
del mensaje de la cruz.
Hermanos que
ese amor de Dios que nos alcanzó gracias a que un día alguien nos compartió el
mensaje de la cruz, llegue a muchos por medio de nosotros; recordemos que,
aunque para algunos este mensaje sea locura, para los que creen es poder de
Dios (1 Corintios 1:18). Oración.
«Cuán
agradecido estoy contigo Señor Jesús, pues tu amor me ha conquistado, gracias
por amarme de esa manera única, por haber entregado tu vida por mí en la cruz,
gracias por haber perdonado mis pecados y porque con tu amor cambiaste mi vida
y mi destino. Gracias mi Salvador, te amo. Amén.
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