Conocer el amor de Cristo me lleva a corresponder a su amor
“El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a
Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma
de siervo, hecho semejante a los hombres” Filipenses 2:6-7
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para
que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” 2 Corintios 5:21
“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1:12
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8
A medida que conocemos a Cristo conocemos cuán grande es su
amor, pues vemos que Él siendo Dios se hizo hombre, no estimando el ser igual a
Dios como algo a que aferrarse; siendo santo y sin mancha vino a vivir en medio
de pecadores y siendo justo vino a rescatar a los injustos; teniéndolo todo nos
vino a buscar para poder ser adoptados como hijos y compartir todo con
nosotros; y aunque no merecíamos nada fue capaz de dar su propia vida en
rescate de la nuestra.
¿Cuántas veces nos hemos preguntado por qué Cristo nos amó y
nos buscó, sino lo merecíamos?, y la respuesta la encontramos en su gracia,
pues su gracia refleja su carácter, ese Dios de amor, ese Dios dador, que da su
amor por el puro afecto de su voluntad. Cuando vemos que Jesús como Dios nos
buscó, como dice Filipenses 2:6-8; que como hombre se entregó en una cruz como
declara Romanos 5:8; que su amor después que resucitó sigue luchando por
nosotros como le ocurrió a Pedro (Juan 21:15-19); que aunque hayamos caído está
dispuesto a restaurarnos como dice 1 Juan 2:1, cuando vemos ese amor actuar en
nosotros, entonces empezamos a responder a ese amor, correspondiendo a ese
amor.
Gloria a Dios, porque todos los creyentes hemos respondido,
correspondiendo al amor de Cristo, desde el mismo momento en que abrimos las
puertas de nuestro corazón y lo recibimos como Señor y Salvador. Ahora bien
hermanos, para continuar correspondiendo al amor de Cristo, debemos seguir
conociendo su amor y podemos conocer su amor cuando lo conocemos a Él, pues
esta es la forma en que somos conquistados por Él, así que pidamos al Espíritu
Santo nos lleve a esa comunión con Dios, donde por medio de su Palabra, la
oración y la obediencia podamos tener esa revelación de Cristo y su gran amor. Oración.
«Señor Jesús, llévame por tu Espíritu, a conocerte más, para
corresponder a tu amor. Amén.
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