El Amor en Acción
“En esto se
mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito
al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros
hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en
propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos
también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos
amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado
en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que
nos ha dado de su Espíritu.” 1 Juan 4:9-13
Gracias a
nuestro Señor Jesucristo podemos ver el Amor en Acción; gracias a Él podemos
observar a la Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, mostrando
su Amor a la humanidad.
La palabra
de Dios nos revela que el amor de Dios Padre se mostró para con nosotros al
enviar a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él; este acto muestra
cuánto tuvo que dar el Padre para que tú y yo, y cada pecador que se ha
arrepentido de sus pecados y ha creído en Jesús como salvador, pudiera tener
vida. Dios dio lo más preciado, su propio Hijo; por eso dice “En esto consiste
el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a
nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.”
Vemos que el
Padre puso el amor en acción al dar lo más valioso, su Hijo; quien a su vez nos
muestra en la cruz el acto más sublime de amor, entregando su propia vida como
pago por nuestros pecados, para reconciliarnos con Dios. Allí en la cruz Jesús
mostró su amor puesto en acción por la humanidad, fue la culminación de una
vida llena de actos de amor; amor por los perdidos y hambrientos, amor por los
pecadores y desvalidos, amor por enfermos y desesperanzados, amor por una
humanidad que se encontraba apartada de Dios por causa del pecado.
Finalmente,
el Espíritu Santo coloca su amor en acción al resucitar a Cristo de los
muertos, para venir luego a morar en cada creyente, ayudándonos a vivir la
nueva vida que, por amor, Jesús ganó en la cruz para nosotros (Romano 8:11).
Así que, amados, si Dios nos ha amado de esta manera, debemos también amarnos
unos a otros; si así lo hacemos, estemos seguros que su amor se perfeccionará
en nosotros. Oración.
«Dios
gracias por tu gran amor; gracias Padre por enviar a tu Hijo; gracias Jesús por
dar tu vida por mí; gracias Espíritu Santo por ayudarme a diario a poner tu
amor en acción. Enséñame Dios a amarte a ti y al prójimo como me lo pides,
amen. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario