Jesús me
lleva a Conocer a Dios en congregación para poner el Amor en Acción
“Mas no
ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la
palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en
ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me
enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como
nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad,
para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como
también a mí me has amado. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo
estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado;
porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. Padre justo, el
mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me
enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que
el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.” Juan 17:20-26
Jesús antes
de ser entregado para ir a la cruz hace una oración al Padre, en medio de la
cual ruega a Dios por sus discípulos y también por los que creerían en Él por
causa de la palabra de ellos (Juan 17:20); es sorprendente ver que su petición
nos involucra a nosotros los creyentes, pues es por medio de la predicación del
evangelio como creemos en Cristo y somos salvos (1 Corintios 1:21), de ahí la
importancia de congregarnos para oír la palabra de Dios (Hebreos 10:25), pero
también para poder experimentar el amor de Dios por medio de nuestros hermanos
en la fe, pues por medio de la iglesia, es decir los creyentes, es que podemos
conocer de manera vivencial el amor de Dios, al ser uno en Cristo, pero también
donde podemos aprender a compartir este amor y así llevar al mundo las buenas
nuevas para que crean que Dios envió a su Hijo por amor (Juan 17:21 y Juan
3:16).
A los
creyentes nos es dado el Espíritu Santo, lo cual es maravilloso, pues Dios
mismo viene a morar en nosotros (Juan 14:17), por lo cual la misma gloria que
el Padre le dio al Hijo, nos es dada a nosotros por Cristo, para que, por el Espíritu
podamos ser uno, así como Jesús y el Padre son uno (Juan 17:22). La unidad del
amor es la que nos permitirá llevar el mensaje de salvación de una manera más
contundente, mostrando al mundo que Dios ha enviado a Jesucristo para salvarlos
precisamente por amor; además es donde nosotros los creyentes podemos conocer
que Dios nos ama de la misma manera como ama a su Hijo (Juan 17:23-26). Por lo
tanto, amados, busquemos permanecer en congregación, pues ahí, en la iglesia,
por medio de la unidad en amor, es donde podemos conocer y poner el amor en
acción. Oración.
«Padre Dios,
gracias porque por medio de la unidad de los creyentes permites que el mundo
conozca tu amor y mediante la congregación nos ayudas a conocer vivencialmente
tu amor, amén. Difundiendo el mensaje
de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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