Obediencia,
una clave importante de la Comunión
“La gracia
del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean
con todos vosotros. Amén.” 2 Corintios 13:14
“Lo que
hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis
comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con
su Hijo Jesucristo.” 1 Juan 1:3
Por medio de
la gracia de nuestro Señor Jesucristo, es decir, de ese regalo inmerecido dado
en la cruz a la humanidad, es que hoy cada creyente tiene la oportunidad de
acceder al Amor de Dios, pero si queremos de manera vivencial empezar a
disfrutar de manera más profunda de este amor, es necesaria la comunión del Espíritu
Santo.
Para tener
comunión con el Espíritu Santo debemos profundizar en nuestra relación con
Dios. No es suficiente mantener una relación, en donde escuchamos a Dios por
medio de su Palabra y en la cual le hablamos por medio de la oración. La comunión
con Dios es una relación más profunda, una relación tal que nos lleve a la
intimidad.
El amor de
Dios que ha sido derramado en el corazón de cada creyente es fundamental para
la intimidad, pues el Espíritu Santo por medio del amor nos motiva e impulsa a
corresponder a Dios mediante la obediencia y a medida que obedecemos, algo
extraordinario ocurre, el Señor Jesucristo y el Padre se revelan, y manifiestan
su amor en la comunión con el creyente.
Juan
14:21,23 dice: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me
ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré
a él…Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre
le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.”
El que Jesús
y el Padre vengan a hacer morada en nuestra vida nos habla de intimidad, y es
claro que esa intimidad es el resultado de la obediencia, así que podemos decir
que la comunión con el Espíritu Santo resulta de mi obediencia a Dios como
respuesta a su Amor, lo cual me permitirá disfrutar de la presencia y el amor
de Dios en mi vida. Oración.
«Espíritu
Santo, gracias por ayudarme e impulsarme con tu amor a obedecer a Dios,
permíteme cada día poder tener comunión contigo, para que en la intimidad pueda
conocer mediante una revelación, más profundamente a mi Padre Dios y a mi
Salvador Jesucristo, para que de esta manera tu amor se manifieste en mi vida,
amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario