El Amor en
Acción es Obediencia en mi Relación. Parte 1
“Haya, pues,
en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino
que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” Filipenses 2:5-8
En
Filipenses 2:5-8 el apóstol Pablo insta a tener el mismo sentir que hubo en
Cristo, lo cual nos muestra que las motivaciones son importantes, pero, para
tener una motivación correcta, debemos poseer pensamientos correctos, pues
estos influyen en lo que sentimos y hacemos; por eso es primordial beneficiarse
del concepto adecuado de obediencia, pues lastimosamente este fue distorsionado
desde la caída y el enemigo se ha encargado de tergiversar su significado al
máximo. En realidad, la obediencia debería ser el estilo de vida del creyente,
pues va ligado a la nueva vida porque fuimos diseñados para eso, ya que al
obedecer estamos amando y dando gloria a Dios.
Cuando vemos
a Jesús enseñarnos que el que le ama es el que le obedece, es para mostrarnos
que la obediencia y el amor están íntimamente relacionados, por esta razón Dios
dota al creyente de todo lo necesario para obedecerlo, pues derrama de su amor
en su corazón.
Conociendo
que gracias al amor de Dios podemos obedecer, logramos comprender también que
la obediencia, que es un acto de nuestra voluntad para acatar una orden, seguir
un consejo y poner en acción un mandato, nos lleva a demostrar lo que creemos,
pensamos y sentimos con obras.
El amor
puesto en acción por Jesús empezó en un sentir, como resultado de tener claro
su propósito, es decir tenía los pensamientos correctos, por lo cual pudo
despojarse a sí mismo, haciéndose hombre y más aún siervo, pero no solo esto,
sino que siendo hombre decidió mostrar su humildad por medio de la obediencia,
llegando así a cumplir su designio, muriendo en la cruz por amor, regalando al
mundo salvación. Su estrecha relación con el Padre le permitió siempre estar en
el centro de la voluntad de Dios, eso mismo debemos hacer nosotros, cultivar
nuestra relación con Dios para poder poner el amor en acción. Oración.
«Señor
Jesús, ayúdame con tu Espíritu, a disfrutar una íntima relación contigo, pues
quiero tener los pensamientos correctos que me ayuden a tener al igual que tú,
las motivaciones adecuadas, para producir como resultado un amor práctico: El
Amor en Acción. Amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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