Amor del
Hijo en Acción. Parte 2
“Mas Dios
muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros.” Romanos 5:8
“Nadie tiene
mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” Juan 15:13
El amor de
Jesús es extraordinario, pues nos brindó su amor aun siendo enemigos por causa
del pecado, como declara Romanos 5:10-11 “Porque si siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no solo esto, sino que también nos
gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido
ahora la reconciliación.”
Gracias al
amor puesto en acción en la cruz, ahora podemos ser considerados sus amigos,
como lo dice: Juan 15:15-16 “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe
lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí
de mi Padre, os las he dado a conocer. No me elegisteis vosotros a mí, sino que
yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y
vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre,
él os lo dé.”
Si dar la
vida por los amigos es considerado como una muestra suprema de amor (Juan
15:13), ¿cuánto más excelso es dar la vida por aquellos que no lo merecen?,
ejemplo nos da Jesucristo de cómo debemos amar, pues el que fuéramos pecadores
y por ende enemigos suyos no le fue un impedimento para demostrarnos su amor
(Romanos 5:8);
Precisamente,
Dios quiere mediante estos devocionales llevarnos a poner el amor en acción con
la ayuda de su Espíritu, de tal manera, que podamos entregar nuestra vida en
servicio por nuestros amigos pero también por aquellos que no lo son, pues como
está escrito: debemos amar también a nuestros enemigos, bendecir a los que nos
maldicen, hacer bien a los que nos aborrecen, y orar por los que nos ultrajan y
nos persiguen, y llegar así a ser perfectos, como nuestro Padre es perfecto
(Mateo 5:44-48). Oración.
«Señor
Jesús, revélame cuán grande es tu amor por mí, permíteme conocer y experimentar
este sublime amor, de tal manera, que pueda llegar a amar como tú me amas;
gracias porque me has amado aun cuando estuve alejado de ti, gracias por ese
maravilloso amor que me sigue transformado y me impulsa a entregar mi vida en
servicio y amor de mis amigos y también de aquellos que sin conocer anhelo que
lleguen a ti. Te pido que tu Santo Espíritu me ayude a poner el amor en acción.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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