¿Las
emociones son buenas?
“No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.» Romanos 12:2
Hoy en día
vemos cómo el mundo nos manifiesta de muchas maneras lo «normal» que es que el
ser humano se deje controlar o dominar por las emociones, pero cuando nos
sumergimos en ellas y experimentamos lo cambiantes que son nos damos cuenta que
no es la forma correcta de vivir, pues debido a ellas (cuando no están bajo
control) evidenciamos en nuestro día a día un desequilibrio emocional que
termina llevándonos a sentir frustración, agotamiento, ansiedad, depresión,
entre otras. Meditando y analizando las emociones, Dios llamaba mi atención,
pues me revelaba a través de su palabra que estas fueron puestas por Él en
nosotros de manera buena, fuimos creados con ellas; si recuerdas la forma en la
que estamos conformados te darás cuenta que no solo contamos con espíritu y
cuerpo, sino también con el alma en donde albergan nuestros pensamientos,
voluntad, y aun las emociones.
Dios quiso
crearnos a su imagen y semejanza (Génesis 1:26a-27), es decir, con la capacidad
de pensar, así como Él (Jeremías 29:11); con la posibilidad de sentir, al igual
que Él (Génesis 6:6); pero también con la opción de decidir, como Él también la
tiene (Génesis 1:26). Fue bueno para Él crearnos de esta manera, por eso lo
puedes observar en el Génesis viendo toda su creación, incluído ahí el hombre,
y concluyendo que todo lo que Él había hecho era bueno (Génesis 1:31a)
El problema
de las emociones es que cuando éstas fueron puestas en nosotros para que
estuvieran en control, poder disfrutar de ellas y para nuestro bienestar, esto
no sucedió, y a través de la vida de Adán y Eva nos daremos cuenta qué pasó con
ellas y por qué hoy en día experimentamos cada uno de nosotros un desequilibrio
emocional que termina influyendo de manera negativa hasta en nuestra toma de
decisiones.
¡En los
devocionales de los siguientes días estudiaremos sobre cómo en Cristo estas
emociones pueden sujetarse y estar bajo control! Oración.
«Padre
quiero aprender a vivir por tu palabra verdadera y no por conceptos erróneos
que quiera enseñarme el mundo. Te he conocido por medio de las Escrituras y he
entendido que tú hablas verdad, pues tú eres la verdad, y lo que me dices que
debo hacer, pensar, sentir y aun actuar, es bueno, agradable y perfecto. En el
nombre de Jesús te alabo y bendigo, amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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