Las columnas
inconmovibles de nuestro testimonio cristiano
Oración.
«Señor
Jesucristo, despierta el amor en el corazón de tu siervo de manera que al
utilizar las capacidades que me has dado, lo haga lleno y controlado por tu
Santo Espíritu, de lo contrario sólo seré un instrumento que hace ruido y nada
más. Que mi mayor prioridad sea el amor, porque es la única manera de proclamar
la salvación y llevar a muchos a vivir una vida nueva de bendición,
glorificando tu nombre. Amén.»
“Y ahora
permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es
el amor”. 1 corintios 13:13
“Si yo
hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal
que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos
los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que
trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy”. 1 corintios 13: 1-2
Hay tres
cosas que durarán para siempre la fe, la esperanza y el amor, pero el amor, es
la mayor de ellas, el amor es eterno y nunca pasará. Con esta Palabra el
apóstol ha insistido mucho en el amor como factor imprescindible que le da
valor al ministerio espiritual, pero no quiere que nos olvidemos del sagrado
«trío», que son necesarios para el desarrollo de la vida cristiana en todos los
aspectos.
El amor
“ágape” al que se refiere fue dado por revelación de Jesucristo mismo, es el
amor que ama a un mundo rebelde hasta el punto de entregar su vida por él, como
recordamos en Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna”. Es el amor que ha de ser reflejado en la vida de cada creyente
por medio del Espíritu santo, quién es el único que puede producirlo en
nosotros.
Y así como
dice Corintios nada somos si no amamos de esta manera, seremos simplemente
instrumentos que no hacen más que ruido. Muchos procuran los dones mayores,
quizás los más espectaculares como lenguas, profecía, misterios, ciencia y fe,
de verdad son necesarios para la edificación de la iglesia, pero de nada sirven
si se ejercen sin amor. No hay nada más desagradable que el sonido de las
lenguas sin amor, son como un metal que resuena y hace ruido sin sentido.
La profecía
es la que comprende y anuncia claramente el mensaje de Dios, pero si se da sin
amor no alcanzará almas para Cristo. La ciencia es la capacidad espiritual de
profundizar en las revelaciones de la Palabra de Dios, pero si no se hace con
amor simplemente es una acumulación de conocimientos. Y el don de fe que es el
que opera poderosamente haciendo cosas extraordinarias sólo movería las emociones,
pero no el espíritu cuando se ejerce sin amor. El amor es el filtro para hacer
las cosas de manera que agraden a Dios. Oración.
«Señor
Jesucristo, despierta el amor en el corazón de tu siervo de manera que al
utilizar las capacidades que me has dado, lo haga lleno y controlado por tu
Santo Espíritu, de lo contrario sólo seré un instrumento que hace ruido y nada
más. Que mi mayor prioridad sea el amor, porque es la única manera de proclamar
la salvación y llevar a muchos a vivir una vida nueva de bendición,
glorificando tu nombre. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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