VENDRÁN TIEMPOS
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina,
sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus
propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las
fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de
evangelista, cumple tu ministerio. 2 Timoteo 4:3-5
Esos tiempos anunciados aquí por Pablo a Timoteo ya
llegaron. Hoy en día las personas no quieren escuchar la sana enseñanza de la Palabra
de Dios, quieren escuchar cosas novedosas y maestros” que les dicen exactamente
aquello que quieren oír, como: vas a estar bien, serás prosperado en todo, pide
lo que quieras y muchas frases sin contexto, que si bien alientan las emociones
no producen un verdadero cambio como el que hace el conocimiento verdadero de
nuestro Dios.
Claro que Dios anhela bendecirnos, como hijos amados, pero
como prioridad Él busca desarrollar en nosotros el carácter de su hijo amado
Jesús y la santidad vivencial, puesto que Él nos corrige diciendo “Porque
misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que
holocaustos.” (Oseas 6:6). Él no quiere prácticas religiosas, sino que poniendo
todo empeño añadamos a nuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; al
conocimiento, dominio propio; al dominio propio, perseverancia, a la
perseverancia, devoción; a la devoción, afecto fraternal; y al afecto
fraternal, amor. (2 Pedro 1:5-7).
Para el mundo no vendrán tiempo mejores, pues muchos se han
alejado del conocimiento de Dios, pero para los que creemos es momento de
aplicar estos principios y la lámpara que hemos recibido en nuestro corazón, es
decir su Espíritu, no la coloquemos debajo de la mesa, esto es, no lo
apaguemos, sino que coloquemos esa luz donde pueda alumbrar, es decir, siendo
obedientes a su llamado de santidad y atención a su Palabra, estando en el
lugar correcto, para que todos puedan ver las buenas obras de nosotros y
entonces alaben al Padre que está en el cielo. (Mateo 5:15-16) Oración.
Señor, sé que el mundo vive una profunda crisis de
principios y valores, pero te pido que me ayudes a mantenerme fiel a ti, a
practicar la santidad, el amor y a aplicar todo lo que has puesto en mí,
gracias a la fe en Jesús, para estar en el lugar correcto en estos tiempos de
oscuridad. Amén. Difundiendo el mensaje
de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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