SUELTA LA CARGA
Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas; Mateo 11:28-29
Vivir la vida sin Dios es una carga muy pesada que no
podemos llevar, como explica el Salmo 127, en vano nos levantamos de madrugada
y trabajamos hasta tarde si no hacemos todo lo que hacemos con su ayuda, si no
edificamos con Él nuestra vida.
Edificamos casas, construimos nuestras profesiones u
oficios, iniciamos proyectos, pero ¿los hacemos solos, o de la mano de Dios?
¿Cuál es la motivación para hacerlos? La respuesta que demos, nos da el peso
que llevamos.
Jesús hace liviana nuestra carga porque nos invita a confiar
en Él, para que tengamos nuevas fuerzas; para poder volar como las águilas,
caminar sin cansarnos y correr sin fatigarnos (Isaías 40:31).
En lugar de vivir angustiados, preocupados y sobrellevando
cargas temporales, vayamos a Jesús para hallar descanso. Obedecer sus
mandamientos será nuestra libertad, pues sus mandamientos no son gravosos (1
Juan 5:3). Sigamos su ejemplo de paciencia y humildad, de suprema confianza en
Dios, de absoluta dependencia del Padre Celestial, así hallaremos verdadero
descanso. ¡Vamos, suelta la carga! Oración.
Señor, deposito en ti toda mi confianza, me despojo de toda
preocupación y angustia, enséñame cada día a renunciar a mis cargas y a guardar
tus mandamientos que son fuente de paz y descanso para mi vida. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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