jueves, 28 de febrero de 2019

EL APOYO DE NUESTROS HERMANOS



EL APOYO DE NUESTROS HERMANOS
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; ¡¡pero !!ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto, Eclesiastés 4:9-12
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones, Hechos 2:42
Fuimos diseñados para vivir en comunidad, y el regalo más precioso que podemos recibir luego de Cristo en nuestro corazón, es hacer parte de la iglesia, la comunidad de todos aquellos que han sido salvados por el mensaje de Cristo y que han creído al igual que nosotros. Somos nacidos de nuevo por la fe, nos ha sido puesto un mismo Espíritu; la Palabra de Dios nos instruye día a día y entre más nos acercamos a Dios, mayor es el amor por nuestros hermanos en la fe.
Por lo tanto, debemos aprender a vivir en comunidad, a compartir, a tender la mano a quien la necesita. La vida no gira en torno a mí, sino que se trata de Cristo. ¿Cuál fue su mensaje respecto al trato y convivencia con nuestros hermanos? Su Palabra nos enseña: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” (1 Juan 4:20).
Es un duro llamado de atención a demostrar el amor que está en mi corazón a mis hermanos, y no hay mejor manera de demostrar ese amor que hacer nuevos hermanos, amando a nuestro prójimo cuando le llevamos el mensaje de Cristo. Aquel que, al creer, se hace nuestro hermano, viene a ser para nosotros como un niño recién nacido al cual, con toda sensibilidad y compasión, le enseñamos la Palabra para que vaya creciendo. Esta fue la misión encomendada por Jesús, cuando dijo: “id y haced discípulos.
De esta manera tendremos verdaderos compañeros, que cuando lo necesitemos nos apoyarán, porque está en ellos el amor verdadero de Cristo; juntos iremos a hacer la voluntad de Dios. Así mismo la misión fundamental de la pareja (cónyuge) que Dios te ha colocado o de los compañeros con los que compartes la fe en Cristo, es ir a hacer más amigos para Cristo y luego como dice la Palabra de Dios: “considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” Hebreos 10:24-25. Nuestros hermanos en la fe, serán nuestro mejor apoyo en circunstancias difíciles, nos levantarán el ánimo en momento de tristeza y nos ayudarán a llevar bendición a nuestro prójimo.  Oración.
Señor, gracias porque me amaste tanto y me diste un propósito al ser colocado en una comunidad de creyentes. Bendice grandemente a todos aquellos que también te creen y guíanos para dar buen testimonio de ti, que al ver los demás el amor que tenemos pueda creer también en tu Palabra.  Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.          

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