PERSEGUIDOS POR CAUSA DE CRISTO
Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe,
longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me
sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido,
y de todas me ha librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir
piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;”, 2 Timoteo 3:10-17
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades,
en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy
débil, entonces soy fuerte. 2 Corintios
12:10
Cada vez más el mundo se aleja de Dios y sus principios,
vemos ante nuestros ojos cómo ya no hay moral en los videos musicales, en las
series y películas, en las redes sociales; todo es normal y debe ser aceptado o
tolerado; no saben el daño que están permitiendo en la mente de los niños y
jóvenes.
Pero nuestra función como creyentes es demostrar que
cumplimos con los principios de Dios, y que, como consecuencia de nuestra fe y
nuestro arrepentimiento verdadero, hablamos de su verdad. Brillamos en medio de
la oscuridad, no con nuestra propia luz, sino que la luz de su gracia y su amor
que ha sido colocada en nuestro corazón.
Cuando empecemos a andar en obediencia a Cristo, a aplicar
sus principios en nuestra vida, cuando demos testimonio en verdad de su Palabra
a través de nuestra propia vida y enseñando las escrituras, con toda amabilidad
pero con toda certeza, entonces vendrán muchas bendiciones, pero también
persecuciones. Y esto será señal de que estamos haciendo la voluntad de Dios.
Si has decidido vivir para Cristo, si eres perseguido o
hablan mal de ti por causa del mensaje de Salvación, alégrate, porque si al
Maestro lo persiguieron, a sus siervos también, porque muchas personas no
aceptarán el mensaje (Juan 15:18-21), pero esto será al final para nuestra
bendición y consolación. “Porque esta leve tribulación momentánea produce en
nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros
las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son
temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:17-18.
Pero si aún no eres perseguido, ni afrentado por causa del
mensaje, probablemente es señal de que la luz está escondida debajo de una
mesa, ¡es momento de colocarla en alto! Oración.
Señor, que mi alegría y mi gloria seas tú, que tu presencia
esté en mi vida, tus Palabras en mi corazón, que la fe que guardo en ti
transforme cada día más mi carácter para andar en obediencia y hablar con toda
certeza de lo que has hecho en mí. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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